José Gabriel del Rosario Brochero nació en la ciudad cordobesa de Santa Rosa un lunes 16 de marzo de 1840. Fue el cuarto de nueve hermanos y se crió en el seno de una familia cristiana, que apoyó con entusiasmo su decisión de ingresar al Colegio seminarista Nuestra Señora de Loreto cuando tenía sólo 16 años. La historia del joven que soñaba con el sacerdocio y se convirtió, 60 años después, en el primer santo argentino.
El cura Brochero, el primer santo argentino.
La beatificación del "cura gaucho" comenzó en 1965 bajo el pontificado de Pablo VI, quien llevó adelante el Concilio Vatinano II. Pero fue Francisco quien, 51 años después, aceleró el proceso de canonización que tuvo lugar ayer en la Plaza San Pedro. El reconocimiento llegó más de un siglo después de su muerte por lepra, enfermedad que contrajo durante su misión religiosa en las sierras cordobesas.
Tenía sólo 26 años cuando comenzó sus tareas pastorales en San Alberto, justo cuando la provincia atravesaba una fuerte epidemia de cólera. Viajó tres días en mula para llegar al pequeño pueblo de 10 mil habitantes, incomunicado por las Sierras Grandes.
Antes de que la leprea y la ceguera comprometieran su trabajo, Brochero fue uno de los religiosos que más aportó al desarrollo de la inhóspita zona cordobesa. Además de llevar adelante la construcción de escuelas y capillas, el "cura gaucho" instó a los pobladores a ayudarlo para abrir caminos entre las montañas y acortar así las distancias con la capital provincial.
Monseñor Olivera, el arzobispo Mario Poli y el presidente Macri juntos en Villa Cura Brochero
En marzo de este año, Monseñor Olivera confirmó que Brochero sería propuesto por la Confederación Episcopal Argentina como patrono del clero del país. Además, anunció que el 29 de octubre se celebrará una misa en Villa del Tránsito, en acción de gracias por la canonización del cura.
Pintura de Brochero y su famosa mula.
Canonización y milagros
El primer milagro que permitió declarar beato a Brochero fue la recuperación de un niño en estado vegetativo. Nicolás Flores Violino, había sufrido un accidente cuando era sólo un bebé, pero luego de encomendarse a Brochero, mejoró y sobrevivió.
Nicolás contó su milagro en un libro
El cura fue proclamado beato en septiembre de 2013, en una ceremonia multitudinaria efectuada en la localidad cordobesa que lleva su nombre: Villa Cura Brochero.
Camila Brusotti, el otro milagro de Brochero.
El otro milagro que se le atribuye es la salvación de Camila Brusotti, una niña sanjuanina que se encontraba muy grave luego de haber sido golpeada. Ni los médicos pudieron explicar su recuperación.