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Llega el frío y hay que sacar las estufas: cómo calefaccionar la casa de manera segura

Qué cuidados hay que tener para que el equipo tenga un funcionamiento correcto.

04 Mayo de 2021 10:40
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Las bajas temperaturas que llegaron ya a la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia se extenderán por los próximos días, dando así inicio a la temporada de frío.

Ante estos primeros frescos, muchos decidieron ya sacar las estufas y empezar a calefaccionar los ambientes, sobre todo porque durante la mañana el frío se hacer sentir y bastante.

Lo que hay que tener en cuenta para el uso de estufas y calectatores, es que de la misma forma que un aire acondicionado necesita de un service antes del verano, las fuentes de calefacción también deben ser sometidas a un mantenimiento adecuado para funcionar de manera correcta.

En general, todavía las estufas de gas son unas de las más usadas en la viviendas. Aunque son las más efectivas para calentar los espacios, también pueden sufrir desperfectos que ponen en peligro la salud de quienes viven allí.

Por esto mismo, se recomienda que al menos una vez al año, puede ser antes de prenderlas por primera vez, se haga una consulta con un gasista matriculado para descartar cualquier problema.

En primer lugar, lo que se hace es limpiar el quemador principal y el piloto. Este paso es fundamental, ya que podría estar tapado y no ofrecer una llama pareja, chisporrotear o hacer ruidos, lo que no es normal. Luego se revisa el regulador y la manguera, en búsqueda de filtraciones de gas. Y por último, se limpia la rejilla con un paño húmedo para sacar el polvo acumulado.

Después de la calefacción a gas, las otras más usadas son las estufas eléctricas. En esta categoría entran las halógenas, convectores y las infrarrojas, entre otras. Los cuidados que requieren son bastante similares y debe hacerse antes de usar en el inicio de cada temporada invernal.

La revisión general puede hacerla uno mismo, y solo hay que verificar que los cables no estén rotos, que el enchufe no esté derretido o las patas dobladas. Además, es importante chequear que las perillas funcionen correctamente, especialmente las que regulan la temperatura.

Antes de encenderla se recomienda limpiar para eliminar el polvo acumulado en el interior y el exterior, esto se puede realizar con la ayuda de un secador de pelo. En caso de notar ruidos durante el encendido, cortocircuitos o que el mismo no sea parejo, es mejor recurrir a un profesional especializado.

Otra de las estufas más utilizadas es la de parafina, aunque es de las que más atención necesita dado que contienen una mecha y esta se va gastando con el uso.

Se la mantiene una vez por temporada, y principalmente lo que hay que hacer es cambiar la mecha para así evitar malos olores y partículas contaminantes.

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También existen las estufas a leña, hoy muy usadas de nuevo, aunque requieren cuidados más frecuentes, cada 15 días. Esto ocurre porque durante la combustión emanan partículas que se adhieren a las paredes o conductos de ventilación que, a largo plazo, pueden resultar inflamables, u obstruir el paso del humo hacia el exterior.

El mantenimiento de estas estufas requieren una limpieza interior y una escobilla metálica que ayude a remover los residuos de leña que pueden haber quedado. Asimismo, es necesario verificar que el tubo que conduce el aire al exterior no esté obstruido. Por último, se aconseja usar siempre leña seca y de buena calidad, para lograr una combustión más segura.

Cómo usar las estufas

Si se va adquirir un equipo nuevo, hay que revisar que presente la homologación correspondiente del Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS). Quienes ya cuenten con una, deben prestar especial atención al color de la llama, esta tiene que verse siempre azul. La aparición del color amarillo y con llamas en movimiento puede significar que existe una pérdida de monóxido de carbono.

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Además, todo espacio calefaccionado debe estar ventilado para garantizar el recambio de aire. Por eso, se aconseja cuidar la obstrucción de los conductos y rejillas y, en lo posible, abrir alguna ventana cada vez que se encienda la estufa. 

Consejos para ahorrar 

En la calefacción

Apagar la llama del piloto del calefactor cuando no se lo está usando. Calefaccionar únicamente aquellos ambientes donde haya gente. Regular el termostato a una temperatura ambiente de 20°C en invierno. Utilizar burletes en puertas y ventanas para reducir las filtraciones de aire. No usar las hornallas y el horno de la cocina como herramienta para calefaccionar.A la hora de cocinar

Usar el horno con moderación: consume lo mismo que dos hornallas encendidas. No permitir que la llama de la hornalla supere el diámetro de la olla o recipiente. Apagar o reducir la llama de la hornalla cuando la cocción llegue al punto de hervor. Apagar la hornalla y el horno cuando se termine de usarlos.A la hora de usar agua caliente

Hacer lo posible por ducharse en un tiempo razonable, que no supere los 15 minutos. Usar agua caliente de la canilla solo cuando sea estrictamente necesario. Evitar mezclar agua caliente y fría para regular la temperatura; mejor hacerlo con el control del artefacto de gas. Verificar que las canillas estén cerradas correctamente. Comprar calefones del tipo A, que tienen encendido electrónico y eliminan el consumo pasivo de los pilotos.

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