Luego de varios meses de tiempo inestable, el calor llegó a Buenos Aires. Tanto es así que el Servicio Meteorológico Nacional decretó para este viernes una alerta amarilla por olas de calor registradas en la ciudad de Buenos Aires y alrededores. Las máximas en el día de hoy llegarán a 37 grados.
Se espera una jornada con altas temperaturas.
El servicio meteorológico describe las olas de calor como “muy peligrosas, especialmente para los bebés y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas”.
Además explicó cuándo se registran: “El nivel amarillo se alcanza cuando se superan los umbrales en las temperaturas máximas y mínimas observadas en cada ciudad, como así también en los pronósticos a 24/48 horas”.
Beber líquido te ayudará a no sufrir un golpe de calor.
Según le especificó la misma fuente en diálogo con la agencia DyN, “hay pocas posibilidades de morir por una ola de calor, pero hay que estar atento a las medidas preventivas que se recomiendan”.
Cómo cuidarte de las altas temperaturas
Auxiliarenfermeria.com, una web que se dedica a explicar los cuidados ante estos golpes de calor, recomienda:
Evitar salir a la calle durante las horas que más fuerte está el sol (entre las 12 del mediodía y las 6 de la tarde).
Beber mucho líquido (se recomienda 3 litros diarios). El calor genera deshidratación.
Evitar comidas pesadas. Se recomienda ingerir frutas y verduras.
No realizar actividad física al rayo del sol. En caso de hacer ejercicio, se recomienda desarrollarlo a la sombra.
Usar ropa liviana y colores claros (evitar el negro, porque atrae el calor).
Usar protector solar.
Permanezca en espacios acondicionados.
Además, el Ministerio de Salud recomienda: “tomar mucha agua durante todo el día, consumir alimentos frescos, como frutas y verduras, evitar las bebidas alcohólicas y las infusiones calientes, usar ropa suelta, de materiales livianos y de colores claros, tomar líquido antes, durante y después de practicar cualquier actividad al aire libre y protegerse del sol”.
Y para los niños pequeños y los ancianos se aconseja “darles el pecho con más frecuencia, hacerlos beber agua fresca y segura y ponerlos en lugares frescos y ventilados”.