Eran exactamente las 3:50 de la madrugada del martes cuando Jesús O. denunció ante el 911 la presencia extraña de un hombre que arrojaba bolsos con dinero al interior de un convento de General Rodríguez. Desde ese momento, ya pasaron más de 72 horas de la increíble detención de José López.
La caída: José López, detenido, con casco y chaleco antibalas.
Sin embargo, existen al menos siete claves que todavía no han sido aclaradas: la inconsistencia de la declaración jurada, las horas previas del suceso cuasi cinematográfico, la relación del ex secretario de Obras Públicas con las monjas, la tenencia de un arma de guerra, la desaparición de su mujer, la autenticidad del testigo y los pozos al costado del convento.
Enriquecimiento ilícito
El detenido fue secretario de Obras Públicas desde el 28 de mayo de 2003 hasta el 9 de diciembre del 2015.
El ex secretario de Obras Públicas kirchnerista, investigado por el presunto delito de "enriquecimiento ilícito", declaró en 2015 tener un patrimonio de $ 1.984.792,22. Todo en pesos. Sin embargo, cuando el martes lo detuvieron, tenía en su poder más de $ 128 millones, entre dólares, euros, yuanes y ryales. O sea, 67 veces más.
Las horas previas
Una de las tomas de las cámaras de seguridad sobre la camioneta de López.
López, quien vive en un barrio de Tigre, fue atrapado en General Rodríguez. El trayecto demora sólo 40 minutos, pero las cámaras de seguridad lo tomaron en su Meriva desde las 17.11 del lunes y saliendo de la zona del Tigre a las 1.04 del martes. ¿Qué hizo durante las diez horas previas? ¿Qué lugares visitó hasta estacionar en el convento?
Sólo dios sabe
El Convento Nuestra Señora de Fátima, vista desde el aire con el dron de
BigBang.
Una de las teorías es que alguien, con información privilegiada, alertó a López de que agentes de inteligencia lo estaban siguiendo muy de cerca y, por eso, la intempestiva fuga de quien estuviera en el poder hasta hace sólo seis meses.
Pero, ¿por qué la primera opción fue intentar esconder el botín en un convento? ¿Existía una relación previa?
Familia embargada
"La mesa estaba puesta para dos y la comida intacta en uno de los platos", confiaron fuentes judiciales luego de que el Grupo Halcón allanara el miércoles la casona del Tigre. Desde entonces, no se sabe dónde está su mujer Amalia Díaz. Por su parte, su suegra, Lucila Corvalán, no supo qué responder cuando BigBang la consultó por la inocencia de su yerno. La Justicia inhibió los bienes de los tres.
Jesús, el testigo
La Chevrolet Meriva, estacionada en la entrada del convento de General Rodríguez.
El destino quiso que Jesús O. fuera el testigo que denunció a López. "Pensé que me iban a dar una recompensa, pero la Policía me advirtió que tenga cuidado", reveló en diálogo con BigBang. Muchos lo señalan como un impostor, pero desde la Gobernación afirmaron que el testigo no era un servicio de inteligencia.
Arma de guerra
El arma de guerra que tenía en su poder López cuando fue detenido.
Sig Sauer 522LR era el arma que tenía en su poder López cuando la Policía Bonaerense lo detuvo. Es de origen suizo, pesa casi tres kilos, con calibre 5,5 mm. Fue la excusa para que las fuerzas de seguridad pudieran detenerlo, pero ahora también deberá dar explicaciones por su botín. Además, declaró tener dos pistolas 9 mm.
Pozos misteriosos
Los pozos misteriosos en el Convento Nuestra Señora de Fátima.
"La Policía hizo los pozos cuando llegó", reveló el testigo a BigBang sobre los agujeros que llamaron la atención a un costado del Convento Nuestra Señora de Fátima. Sin embargo, la intención del ex secretario de Obras Públicas era esconder el botín en el interior de lugar. Como sea, la detención de López superó la ficción.