La prohibición que esta noche comenzará a pesar sobre bares y discotecas porteñas, que evita el funcionamiento de todo aquel lugar que cuente con "música en vivo o grabada" afectará a unos 200 locales de la Ciudad, por los que por noche pasan un total de 120.000 personas. Debido a ello se prevén pérdidas que superan los $ 20 millones, tan sólo en este fin de semana.
El Juez en lo contencioso administrativo Roberto Gallardo dictó este fallo ante el "cuadro de impunidad e inexistencia de control estatal respecto de la actividad nocturna" tras la tragedia Time Warp. La medida también podría extenderse a la realización de recitales y fiestas en salones privados, como casamientos o cumpleaños.
Los jóvenes que no puedan "bailar" en Capital emigrarán a provincia.
"La medida que está tomando el juez, atenta contra la seguridad y la vida de las personas, ya que se deja a un gran número de chicos a la deriva en la calle, al cuidado de nadie", explicó Jorge Becco, Presidente de la Cámara de Discotecas de Capital Federal, en una entrevista radial en Radio Uno.
La medida afectará no sólo a los asiduos concurrentes a este tipo de locales, sino también a sus dueños y a su personal que depende cada fin de semana de la recaudación de los boliches. Desde la Cámara de Bares y Pubs, estiman que a raíz del fallo se verán afectadas unas 50.000 familias, que viven de esta actividad.
Los recitales también podrá ser suspendidos este fin de semana.
Lás pérdidas están calculadas en base al corte de tickets (a partir de $100), el consumo de bebidas (se calcula un promedio de una por persona a $70), y los costos que los dueños deben afrontar como alquiler del lugar (entre $50 mil y $ 100 mil), así como el pago al personal del DJ, servicio y limpieza (desde $ 500 diarios cada uno). Todo ello totaliza aproximadamente unos $ 70 mil de pérdidas por día por boliche.
Demián Español, titular de la Cámara de Bares y Pubs prevé que este fin de semana habrá un éxodo de jóvenes hacia la provincia, o bien estarán por la calle y en el mejor de los casos harán fiestas privadas en sus hogares. "Si alguien se muere dentro de una casa por algún tipo de exceso, será un problema privado, por lo cual el Gobierno se deslinda de toda responsabilidad", remarca Español.
Los bares que pase música pueden ser clausurados según el magistrado.
Palmer, un histórico de la noche porteña y con 40 años en este mercado cuenta a Bigbang que en las últimas semanas los controles se intensificaron, llegando a tener hasta dos inspecciones semanales. "Yo soy el primero que dice que hay que prevenir, pero esto es una pelea política entre un juez ultra k y el gobierno macrista", cuenta el empresario que entre sus boliches dirige Club Aráoz, Mod y Espacio Quintana, entre otros.
El juez Gallardo indicó que "estará vigente hasta tanto el gobierno de Larreta dé "cabal cumplimiento" a una serie de medidas propuestas por el magistrado, entre ellas elaborar un protocolo de actuación de los cuerpos de inspectores y de las fuerzas de seguridad a fin de que se impida la venta de drogas en fiestas", concluyó el magistrado.
Por su parte desde ambas cámaras indicaron que no les llegó notificación alguna, por lo cual hoy abrirían de manera habitual.