por Gisela Nicosia
08 Julio de 2015 07:41A comienzos de mayo del año 2012, el Senado argentino aprobó por unanimidad la iniciativa de muerte digna. Esto reconoce el derecho de pacientes con un estado de salud irreversible a rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos para mantenerlos con vida. Pese a ello, cuando surge un caso o una noticia vinculada al tema el debate se despierta y se enfrentan los que están a favor y los que no.
Ayer la Corte Suprema de Justicia reconoció el derecho de todo paciente a decidir su muerte digna sobre la base del caso de Marcelo Diez, el joven que está en estado vegetativo persistente desde hace 20 años, tras sufrir un accidente de tránsito en Neuquén, pero casi al mismo tiempo falleció de muerte natural.
Marcelo Diez.
El 23 de octubre de 1994, Diez chocó la moto que manejaba contra un auto en la ruta 22, por lo que sufrió un traumatismo encéfalo-craneano severo, politraumatismos graves y epilepsia post-traumática. El joven sobrevivió a las heridas graves pero en 1995, tras varias intervenciones quirúrgicas, contrajo un virus intrahospitalario que lo dejó postrado y con diagnóstico de estado vegetativo persistente.
Una de las voces contra la decisión de la Corte, fue la del ministro de Salud de la provincia de Neuquén, Rubén Butigué. En declaraciones al programa “Vuelta de Páginas”, el funcionario rechazó el fallo ya que no se puede “tomar esa decisión sin conocer la realidad de la persona”. Además, se pronunció a favor “de la vida digna”, que es el derecho supremo de todo ser humano.
EL PRIMER CASO DONDE SE APLICO
Desde la aprobación de la ley, Camila Herbón se convirtió en el primer caso en el que se aplicó y la niña desde -que nació vivió en estado vegetativo- fue desconectada del respirador que la mantenía con vida. “Pasó por este mundo y nos dejó más derechos a todos. No fue en vano tanto dolor y sufrimiento”, dijo su madre Selva Herbón a los medios. Tres comités de bioética se pronunciaron sobre el caso y afirmaron que su estado es irreversible, pero los médicos no podían desconectarla porque, ante la ausencia de una ley, tal acto se consideraría homicidio.
Camila tenía tres años cuando fue desconectada.
Otro caso que motivó al debate de esta ley, es el de Melina González, una adolescente de 19 años reclamaba a los médicos del Hospital Garrahan que la durmieran profundamente en sus últimos días para no sentir los dolores que la aquejaban y evitar el sufrimiento psíquico que la agobiaba por su estado terminal. “La vida es un derecho. No es una obligación vivir sufriendo”, sostenía Melina, quién falleció de manera natural ya que la ley se aprobó después de su deceso.
Melina González tenia 19 años.
Pero no todos están a favor. En el caso de la familia de Gustavo Cerati pese al estado de coma del cantante nunca aceptaron la idea de aplicar la ley de muerte digna. Su postura era mantenerlo con vida con la esperanza de que despierte del coma. Finalmente murió a los 55 años de un paro respiratorio, tras cuatro años de permanecer en coma por un accidente cerebrovascular. “Yo nunca me planteé la alternativa de la muerte digna, porque confío en que Gustavo va a salir, así que no lo tengo en mis pensamientos", había dicho Lilian Clark, su madre, antes de que se promulgara la ley.
Sin embargo, las preguntas que se plantearon en ese momento eran: ¿hasta dónde es más importante la ilusión de los más cercanos ante las evidencias médicas de que el internado no sobrevivirá o sufre? Y al mismo tiempo, desde la vereda de enfrente, ¿quién tiene el poder de decidir por sobre la vida de otro?
El músico falleció a los 55 años.
VATICANO EN CONTRA
En noviembre de 2014, Brittany Maynard, de 29 años decidió morir voluntariamente a causa del cáncer terminal que la aquejaba. El estado de Oregon, Estados Unidos, tiene leyes que permiten la eutanasia. En ese momento se instaló el debate y el Vaticano salió a dar su postura.
El presidente de la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano, monseñor Ignacio Carrasco de Paula, expresó: “El suicidio asistido no es una muerte digna, es algo absurdo. Y la Iglesia está en contra porque no es admisible el acto de quitarse la vida”. “No juzgamos a las personas, pero el gesto en sí debe condenarse”, había dicho el monseñor.
“Hay un punto central que debe ser tomado muy en serio y es que hizo esto en nombre de una muerte digna. Y hay que preguntarse si se trata de muerte digna”, dijo Carrasco de Paula. El Vaticano siempre se mostró en contra de la eutanasia y sus variantes. Incluso, el año pasado, el papa Francisco expresó que “la falta de salud y la discapacidad no son una buena razón para excluir, o peor aún, para quitar de en medio a una persona”.