Los deportistas de verano, como se los llama a los que se tientan para ejercitar en tiempos de vacaciones, cometen varios errores. La falta de entrenamiento, la mala alimentación y la falta de control de un profesional que les prepare una rutina, puede provocar inconvenientes en las articulaciones, músculos y hasta generar lesiones.
Para entrenar en la playa es necesario utilizar zapatillas.
Los errores pueden ser varios, combinados o solo uno, pero no por ello es menor la consecuencia. El primero es la falta de calentamiento: se debe preparar la musculatura para iniciar una actividad física. Un buen calentamiento se realiza con una actividad inicial de trote suave, elongaciones de tobillos y rodillas y movimientos amplios por 5 a 10 minutos.
El ejercicio que se elija debe ser uno que no provoque dolor, y más aún, para los que en el año no realizan actividades similares.
En quince días o tres meses - para los afortunados que descansan por más tiempo- no existe una fórmula mágica para ponerse en forma. Es recomendable realizar caminatas, trotes o alguna actividad suave y generar un hábito saludable sin poner en riesgo al cuerpo.
Tomar agua es vital: se deben tomar como mínimo 8 vasos por día
Otra clave que pocos cumplen al ejercitarse es realizar un descanso para hidratarse. Tomar agua es vital y más en verano. Para los que entrenan sobre la arena y bajo el sol, es necesario tomar agua de manera frecuente. Se logra bajar las revoluciones y eliminar las toxinas que se liberan al ejercitarse.
El uso de un calzado acorde es primordial. El rebote del cuerpo en la arena se siente en las articulaciones, pese a parecer algo menor. Y por más que parezca divertido trotar descalzo o en ojotas, se debe utilizar zapatillas deportivas bien atadas.
Otro estilo de entrenamiento es cumplir con alguna de las actividades que proponen los paradores. Se ofrecen clases de yoga, musculación, spinning. Anahí es profesora de zumba en el parador Cocodrilo y cuenta que con el paso de los años, los turistas vienen más animados para ejercitarse.
“Algunos se cuidan y hacen deporte durante el año, otros se aburren al sol y quieren moverse. También están los que aprovechan a intentar sumar actividad física a sus vidas porque en el año no lo pueden hacer. Lo bueno es que se diviertan y frente al mar no hay excusas para mover el cuerpo”, afirma.
"Algunos se cuidan y hacen deporte durante el año, otros se aburren al sol y quieren moverse
TURISTAS ACTIVOS
“Corro poco en el año y acá mientras duerme mi esposa y mis hijos aprovecho a hacerlo. Además tomo sol sin darme cuenta. Y me relaja mucho”, dice Lucio, alias Tato, y lo hace en compañía de su perro.
Correr, el ejercicio más elegido en la playa.
Mirtha y Horacio, dos jubilados que prefieren caminar aseguran que lo toman como una rutina de las vacaciones. “Cada mañana caminamos hasta el muelle desde el centro. Vamos despacio pero sabemos que nos hace bien. Y luego comemos medialunas o churros pero sin culpa”, dicen en broma.
Cada parador organiza actividades deportivas para los que no quieren solo descansar.
Pero también están los que prefieren asistir a las clases que se brindan en los paradores. "Contar con el incentivo de la profesora es importante porque sino me quedo mirando la nada y hace bien ejercitarse", resume Paola, otra turista.