07 Julio de 2016 12:58
Anteojos oscuros, sombrero negro calado, chaleco de piel, labios rojos. Ella es una auténtica estrella de cine, aunque no queda del todo claro de qué tipo de cine: si hablamos de Hollywood o bien de una comedia costumbrista argentina al estilo de Esperando la carroza. Mientras la policía retira el ataúd del velatorio del día (el que, ahora sabemos, comenzó el domingo pasado y duró hasta hoy), se dispone a hacer declaraciones para BigBang. Porque las estrellas no hablan: hacen declaraciones.
Ella es amiga de María, la persona que organizó el extraño velatorio de su madre, Mariana Circosta, en la fábrica de pastas de Barracas. Por supuesto que está de acuerdo, razona: si al fin y al cabo era una casa propia, si al fin y al cabo no molestaron a ningún vecino
Mariana, la muerta, velada a cajón abierto en la fábrica de pastas.
Dice que los deudos no eran ateos: creían en su propio Dios. Ahora bien, ¿cómo era este Dios? No lo sabemos, pero sí sabemos cómo no era. Quizás no era el tuyo, no era el mío, no era el de él, pero era el de ellos, dice ella, y su dedo señala al Dios "tuyo", al Dios "mío", al Dios de "él", al de "ellos".
Bíblica, aprovecha la entrevista de Big Bang para hacer una profecía, que también puede ser interpretada como una amenaza:
-Como juzgás al otro serás juzgado -cita, y se pregunta por qué tanto escándalo a causa de un mero velatorio en una casa de pastas, si consideramos que además en ese mismo lugar había sido velado hace cinco años el marido de la actual muerta.
La policía dio por terminado el velatorio de cinco días.
"Cinco días lo velaron y lo mo-mi-fi-ca-ron
-Cinco días lo velaron, y lo mo-mi-fi-ca-ron -dice. Mo-mi-fi-ca-ron es una palabra ideal para separar en sílabas y para estremecer a alguien. Momificar: convertir a alguien en momia.
Quiere hablar con María.Porque ella -.asegura- respeta a los demás, pero a ella no le respetan.
-Tanta molestia con preguntas que no deberían ser... -se lamenta. No le piden nada a nadie, pero sin embargo la juzgan y la apuntan.
-¿Quiénes la apuntan? La señora del sombrero lo ignora, pero la empleada del kiosko de diarios podría ser una de las "apuntadoras".
-Ah, Los Locos Addams -dice, con absoluta naturalidad.
-¿Así les decían? ¿Por qué?
-Porque no es gente muy normal, es gente conflictiva. Qué se yo, vos pasabas por ahí y veías el féretro en la vidriera.