Big Bang! News
Más

Los secretos del yoga: “Es una filosofía que se practica con coherencia y respeto”

Entrevista a Nora Maas, directora de Maas Yoga.

por Matias Ayrala

23 Enero de 2022 09:00
WhatsApp Image 2022-01-13 at 15.25.45
WhatsApp Image 2022-01-13 at 15.25.45

Durante las últimas décadas, el yoga se ha convertido en una de las prácticas más elegidas de Argentina. Los especialistas sugieran que es una de las mejores disciplinas para mantener un cuerpo sano, fuerte y con flexibilidad. Pero también tiene otros beneficios vinculados a la salud mental. 

 

Es que esta práctica también suma la posibilidad de la respiración y la meditación, que sirven tanto para controlar la autodisciplina y el manejo del estrés. Para entender un poco más sobre el yoga, BigBang charló con Nora Maas, directora de la escuela Maas Yoga, quien afirmó: “El yoga abre dimensiones vinculados a lo físico pero también a lo espiritual y a lo energético”.

 

Y continúa: “El yoga no es un deporte. No hay que competir, ni ser mejor que nadie, sólo se busca la mejor versión de uno mismo. Es una filosofía y hay que practicarla con coherencia y respeto. La práctica de las posturas, debe hacerse con honestidad. No forzar, ni juzgarnos puede convertirse en un gran reto. Por eso, todos los que enseñamos yoga, decimos que las asanas son sólo la puerta de entrada. Un Yoga sin meditación, sin estudio ni autoestudio y sin maestro, es Fitness. Está muy bien, pero no esperemos un cambio de eso”.

 

-¿Cómo llegó el yoga a tu vida?-El yoga llega a mi vida cuando tenía 18 años, tengo 45 ahora. Y fue por una amiga que me invitó a una clase y nunca más deje de practicarlo desde ese día. La verdad que fue un antes y un después. Nunca me imaginé que me iba a dedicar a eso. Lo empecé como algo que me hacía bien y que me gustaba. Nunca había hecho ninguna actividad física y hacerlo me encanto. Me di cuenta que el yoga me hacía muy bien no solamente en lo físico sino también a lo emocional. Además, en esa época, no había tanta información sobre el yoga. 

 

-¿Y cuándo fue el momento en el que decidiste ser profesora de yoga?-Eso fue un momento mágico. Viví en México muchos años. Me fui de mochilera a los 21 años y ahí empecé a tomar clases con un maestro. Lo empecé a ayudar porque era muy viejito, empecé a dar algunas clases. Pero yo seguía sin imaginarme que iba a vivir del yoga. Estaba en ese momento de la vida cuando tiene 18 años que está viendo qué va a pasar y encima uno tiene que tomar decisiones muy importantes y no está listo. Y un día me puse a pensar qué iba a hacer de mi vida. Por esos meses del año 2001, me fui a Perú para encontrarme con una amiga y me acuerdo que caminábamos por la calle. Y ella me preguntó qué me gustaría ser. Y yo le dije: “¡Qué sé yo! Profesora de yoga”. Y en ese momento, en el piso, veo que estaba escrito la frase “yoga 2002”. No lo podía creer. Nos miramos, nos reímos y lo tomé como una señal. Yo digo que la vida, muchas veces nos da un montón de señales, solo que hay que animarse a verlas y analizarlas. Después de eso me volvía  a Argentina y me reuní con una amiga que no veía hacía un montón de años. Y justo me dice: “Justo tengo que ir a probar una clase de yoga para empezar el profesorado. ¿Me acompañás?”. Parecía otra señal. Llegué al lugar y no me fui más de esa escuela.

 

-¿Por qué no te imaginabas como profesora?-Lo que me pasaba era que era muy tímida y no me veía al frente de una clase. Cuando estaba en el secundario y pasar a dar un examen, prefería decir que no sabía antes de que me miraran todo. Y de a poco, lo de ser profesora, se fue dando. Y soy otra cuando estoy adelante de la gente para dar la clase. También cuando se ve lo que el yoga me hizo porque, obviamente, he pasado por un montón de cosas difíciles en mi vida, como todos, y fue el yoga el que me rescató. Siento que me dio tanto que es mi manera de devolverle a la gente todo lo que el yoga me dio.

 

-¿Qué cosas te dio el yoga y qué cosas le puede dar a quién lo practique?-Es estar en el momento y aprender a disfrutar. Es un poco difícil explicar porque parecen frases hechas en las que uno cae. Pero el yoga es magia, es aprender a valorar lo que uno tiene, a darse cuenta que respirando todo se alivia. Porque la mayoría cree que el yoga es solamente las posturas físicas pero una de las cosas más importantes son pranayamas y la meditación. Y existen pranayamas para activar y para relajar. Y eso produce una química interna que no tiene mucha explicación. Lo practicás y te das cuenta. Así como hay pranayamas para hacer cuando tenés calor para enfriar el cuerpo. Son herramientas que las aplicás. En momentos de tensión, en un momento estresante, respirás y sentís el cambio.

 

-¿Cómo fue dar clases de yoga durante la pandemia?-En mi escuela nos caracteriza la formación de clases de yoga. Y todos me pedían que diera clases online para gente que trabaja en provincias o en el exterior. Y yo decía que dar una clase virtual era poco profesional. Y la pandemia me hizo callarme la boca. No me quedó otra. La pandemia empezó en marzo de 2020, justo cuando empezaba el profesorado, y tuvimos solo dos clases presenciales. Y me dije que era el momento de probar. Intenté y, aunque no es lo mismo, las cosas que se pueden hacer son maravillosas. Los alumnos suben videos y los puedo corregir. Además verlos en vivo. Yo les doy tareas. Que a diferencia del presencial, no los puedo ver tanto tal vez porque son un montón. Acá puedo ver video por video y es distinta la atención. Obviamente no los puedo tocar para corregir la postura como me gustaría pero con las indicaciones verbales se puede hacer. Por supuesto, volvimos a la presencialidad con cuidados pero lo online sigue. Y tengo gente de todo el mundo estudiando con nosotros y se abrieron unas posibilidades geniales. La pandemia fue algo terrible pero trajo estas herramientas que son muy buenas. Apenas empezó la pandemia dimos clases para todo el mundo y el yoga hizo sobrellevar a muchas personas los momentos difíciles de estar sin trabajo, o con un ser querido internado. Y me hizo muy feliz poder ayudar.

 

-¿El yoga lo puede practicar cualquier persona de cualquier edad?-Existen varios mitos que dicen que el yoga solo lo puede realizar gente muy flexible, o que es solo para mujeres o que es solo para gente mayor. Obviamente que hay yoga para gente mayor que hacen cosas tranquilas de movilidad de articulaciones y de respiración, pero también hay clases super intensas a nivel físico. La respuesta es que todo el mundo puede practicar yoga. Y justamente  las personas que no son flexibles con más razón tienen que practicar yoga porque van a poder recuperar la flexibilidad y darle salud al cuerpo.

 

-¿Se necesita tener un buen estado físico?-No, no es necesario. Solo se necesita voluntad, que muchas veces no es fácil conseguirla. Pero si alguien tiene voluntad de hacerlo, la fuerza y la flexibilidad llegan solas. No es el objetivo ponerse la pata atrás de la cabeza. Es ir de a poco. Cuando nacemos, nos llevamos el pie a la boca y somos super flexibles. Y eso se recupera. Si se practica de chico, más todavía porque nunca se pierde. Nunca es tarde para empezar. Y por suerte hay cada vez más hombres. De hecho, en India, el yoga solo lo practicaban los hombres porque es una cultura muy machista y las mujeres no lo tienen permitido. Ahora se conoce como que es solo para mujeres pero no es así.

 

-Entre el trabajo o los hijos, muchas personas no cuentan con el tiempo necesario para hacer una actividad deportiva, ¿cuántas horas se tarda en hacer una práctica de yoga?-Para una buena práctica de yoga es una hora y media. Es lo ideal para una práctica completa. Pero sino se puede, por lo menos con 45 minutos se puede lograr. Hay clases que pueden ser más cortas todavía. Por ejemplo, 30 minutos. Si alguien hace media hora de yoga todos los días, está muy bien. O tres veces por semana. O lo que puedas va a estar bien. Para mí está bueno practicar todos los días, transformarlo en un hábito como lavarse los dientes y poder disfrutarlo. Por lo menos, levantarse y hacer tres saludos al sol, y eso ya activa la mañana de esa persona de otra manera. 

 

-Más allá de lo físico, ¿qué genera hacer, por ejemplo, tres saludos al sol?-Es como irse de vacaciones, levantarse y ver el mar o la montaña. Nos predispone de otra manera. Arrancamos el día distintos. Uno está mejor y se prepara bien para un día. Igualmente aquellos que no tienen tiempo a la mañana, lo pueden hacer en cualquier momento. También está bueno hacer un par de respiraciones y una meditación de 5 minutos, y si se puede más, mas. Con esos 5 minutos, ya se encara el día con otra mirada y otra energía.

 

-¿Se puede combinar el yoga con otros deportes de impacto o de fuerza?-Sí, completamente. Y es muy común. Hoy en día casi todos los deportistas hacen. Primero por el estrés que se genera cuando compiten. Todo lo que es meditar y pranayamas baja un montón la ansiedad. Y además son personas que practican muy duro entonces necesitan elongar. En general, cuando entrenan, antes y después de ella práctica elongan muy poco. Pero poder complementar con una clase de yoga es lo ideal. Toda la vida hice solo yoga y empecé a sumarle cardio, que es lo que le falta al yoga, y está muy bueno caminar, correr y andar en bici, y hacer yoga. 

10