05 Marzo de 2016 05:40
Un grupo de personas que venden ropa en la calle volvieron a instalar esta mañana sus puestos en las veredas del barrio de Flores, tras ser desalojados por la Policía Federal el viernes pasado.
Los vendedores ambulantes reclaman a las autoridades de la ciudad que les den un lugar en la zona para poder vender sus mercaderías, como un galpón o un espacio público.
Los manteros volvieron al barrio de Flores.
Poco después de las 7:30, varios hombres llegaron con enormes bolsas de consorcio cargadas de ropa a los alrededores de la Avenida Avellaneda, mucho antes de que abran sus puertas los locales comerciales que hay por la zona.
Con el objetivo de exhibir nuevamente sus productos, abrieron los candados de las cadenas con las que dejan atados a maceteros públicos los pallets de madera.
Tensión en Flores
El viernes se vivió un mediodía de tensión en el barrio de Flores. Es que la Policía Federal realizó un operativo y desalojó a los manteros que trabajan en la zona.
La Policía Federal desalojó el viernes a los manteros. Esta mañana regresaron.
Para resistirse, los vendedores cortaron la avenida comercial a modo de protesta. También reclamaron la intervención del Gobierno de la Ciudad para mediar en este problema y le den una solución para trabajar sin ocupar la vía pública.
“Queremos una mesa de diálogo con la gente de Ciudad para llegar a un acuerdo. Nosotros trabajamos acá, mientras los funcionarios están cómodos en sus oficinas. Este es un trabajo de guerreros y no de delincuentes”, contó un vendedor ambulante.
La Policía Federal desalojó el viernes a los manteros. Esta mañana regresaron.
Ante el temor de un choque violento, los comerciantes cerraron sus locales, mientras los manteros continuaron en asamblea para ver que acción tomar ante el desalojo de sus puestos de la avenida Avellaneda. La Policía Federal llegó con al menos seis camiones hidrantes y efectivos para liberar dos carriles en la protesta sobre Avellaneda al 3300.
Negocio ilegal: los datos
Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) la facturación total del comercio ilegal - En Buenos Aires y elconurbano- es de $ 50.000 millones, algo así como un 40 por ciento de la facturación de los locales tradicionales.