22 Diciembre de 2018 03:38
Las complicaciones en su uso y la lucha por convertirse en un servicio legal trazaron el recorrido de Uber durante el 2018. La empresa logró por primera vez en el país la habilitación de su servicio en la provincia de Mendoza, pero acumuló en la Ciudad de Buenos Aires una decena de protestas de taxistas y una ley que fue catalogada en su contra.
Uber y su eterna lucha contra los taxistas.
La norma intensifica los controles de tránsito y sanciona el "transporte ilegal" de pasajeros. A casi tres años del desembarco en el país de la compañía fundada en Estados Unidos y una historia marcada por conflictos con la Justicia, Uber inauguró un sistema de transporte alternativo al taxi pero siguió en 2018 sin detenerse ante los fallos en su contra.
Uber lanzó los "viajes compartidos".
Por ejemplo, en febrero la Justicia porteña resolvió el bloqueo a nivel nacional del dominio www.uber.com. Como aspecto positivo, sin embargo, logró su aprobación por primera vez en el país el pasado 25 de octubre, cuando comenzó a operar en Mendoza.
De esta manera, se sumó a la firma española Cabify -de similar funcionamiento-, tras una reglamentación del gobierno mendocino de la Ley de Movilidad y Transporte que habilitó el transporte privado contactado vía plataformas digitales.
La empresa es legal en Mendoza, pero sigue estando prohibida en la Ciudad.
En su primer día de actividad en aquella provincia, sumó "más de 65.000 personas registradas" y alrededor de "mil conductores" en distintos puntos del proceso de inscripción, había especificado a la prensa por ese entonces el gerente de Comunicaciones de Uber para Cono Sur, Juan Labaqui.
Una habilitación que contrasta con el complicado escenario que tiene en la Ciudad de Buenos Aires, donde circula bajo constante polémica. "Uber es ilegal en la Ciudad de Buenos Aires porque la empresa decidió no cumplir con ninguna norma ni se muestra interesada en hacerlo en el corto plazo", señaló Juan José Mendez, secretario de Transporte de la Ciudad.
El funcionario explicó que es distinto el caso de Cabify, "que cumpliendo el mismo servicio que Uber funciona sin ningún inconveniente dentro del marco de la ley". "Si Uber quiere discutir cambios, primero debe acatar las normas vigentes y operar en igualdad de condiciones con el resto de los actores como taxis, remises y Cabify", sumó Mendez.
El hecho de brindar un servicio que no está habilitado es lo que hace a Uber sujeta de ser alcanzada por la reciente reforma del Código de Tránsito y Transporte de la Ciudad, más conocida como "ley antiUber", que aprobó la Legislatura porteña el pasado 8 de noviembre.
En medio de la lucha por su legalidad, Uber lanzó los "viajes compartidos" en Buenos Aires
Si bien es una ley que no menciona directamente a Uber, estipula multas de hasta 200 mil pesos y el retiro de la licencia de conducir a todos aquellos que transporten pasajeros de manera ilegal. Con 37 votos afirmativos sobre un total de 57, el proyecto fue fuertemente resistido por la compañía en cuestión, que consideró que la iniciativa la "castigaba y perseguía".
En contraposición a esa resistencia corporativa, la norma había sido reclamada por diversas agrupaciones de taxistas que celebraron su aprobación ya que ven a Uber como "competencia desleal". "Nosotros pagamos un montón de cosas que ellos no pagan y no queremos emparejar para abajo", dijo Gabriel, de la Sociedad de Propietarios de Automóviles con Taxímetro.
Más allá de este reclamo, el año entre conductores de Uber y taxis se vio colmado de conflictos, como cuando en septiembre pasado cinco vehículos aparecieron incendiados en distintos puntos de la Ciudad, lo que se consideró un hecho presuntamente vinculado a los denominados "caza Uber", taxistas que se encargan de identificar a los choferes de la app.
Se trataron de hechos de violencia que transcurrieron durante el 2018 por parte de algunos taxistas, los cuales agreden con piedras, insultos y hasta balas de goma. Si bien fueron episodios aislados, un grupo mayoritario de taxistas sí reclama de forma pública en sus discursos que Uber cumpla las normativas y controles correspondientes.
Así actúan los caza Uber.
"La convivencia será bienvenida siempre en cuando haya legalidad", expresó a Télam Marcelo Boeri, titular de Taxistas Unidos. Esa misma convivencia es la que en algún punto buscan los conductores de Uber, que encuentran en ese servicio su "principal fuente de ingresos".
"Tengo tres hijas y hoy en día vivo por lo que gano en Uber", comentó Ariel, chofer de la app, en diálogo con Télam. Consideró que la firma "no es legal pero tampoco ilegal, ya que sigue siendo un contacto entre particulares a través de una aplicación".
Pese a esto, en la última parte del año, además de anunciarse como "sponsor digital" de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Uber también apareció en escena para decir que las leyes sancionadas por la legislatura porteña "no son aplicables".
La polémica entre Uber y los taxistas crece día a día.
Después del fallo de la justicia de la Ciudad que absolvió a tres choferes, si bien la justicia ratificó la legalidad de Uber en la Ciudad, declaró que la licitud y la atipicidad de la conducta en faltas "en nada impide a que el Estado entienda pertinente reglamentar su ejercicio en cierta medida en miras a preservar el orden público y la seguridad".
De esta manera, a pocos días de terminar un nuevo años, Uber volvió a defender su legalidad amparada "bajo el Código Civil y Comercial" tras la prohibición de ese servicio en Santa Cruz, y pidió una regulación que "contemple el avance de la tecnología", durante el lanzamiento de la modalidad de viajes compartidos que lanzó la aplicación esta semana.
