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Malvinas, los suicidios de los veteranos y el reclamo a 41 años: "Es necesario hablar"

Entrevista a Ramón Garcés, veterano de la Guerra y guionista del film censurado por Macri.

20 Mayo de 2023 08:00
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“Hay una gran confusión. No éramos todos militares. Yo era un civil que estaba haciendo el servicio militar obligatorio y fui llevado a Malvinas”, aclaró de inmediato Ramón Garcés, veterano de guerra, quién celebró la proyección de “Entre Dos Mundos, una película de posguerra”, trás ser vetada en el 2016 por la administración de Mauricio Macri.

El ex jugador de voley en River, es el guionista de una de las películas más esperadas del último tiempo. Hace siete años, bajo la presidencia de Mauricio Macri, Garcés no tuvo permitido presentar el film -protagonizado por Coco Sily y producida por el manager Jorge Zonzini- en el Museo Malvinas, ya que según la Directora de la Dirección Nacional de Museos, Rocio Boffo, en ese entonces no estaban contempladas las “proyecciones que aborden la temática bélica”.

Sin embargo, el contenido de la misma, no es más que una problemática social que se incrementa cada vez más. “En el momento en el que hicimos la película, en el 2016, se estimaba que había 500 suicidados de la guerra. Hoy la cifra es el doble”, contextualizó Garcés.

Por momentos parece que las únicas cifras de la guerra fueron los 649 argentinos que perdieron la vida en el campo de batalla. Pocos recuerdan la odisea que vivieron los sobrevivientes y los años de exclusión, al menos en lo que a reconocimiento social y políticas de Estado respecta.

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“Siempre faltan políticas públicas que aborden la problemática de los veteranos de guerra, de los ex combatientes de Malvinas y sus entornos, los familiares también. Ellos padecen el estar con una persona que estuvo en la guerra, ya que generalmente se sabe que los que estuvieron en la guerra padecen de estrés postraumático. Es un tema crónico y que cada día va empeorando. Lo único que podría ayudar un poquito a sobrellevar todo ese tránsito, serían las políticas públicas. Las políticas de estado, municipales, nacionales, provinciales”, afirmó Garcés.

El estrés postraumático es un tema crónico y cada día va empeorando"

En la misma línea agregó: “Fue muy difícil conseguir algunas cosas para que nos ayudaran y eso siempre partió de los mismos protagonistas de la guerra. Siempre en los reclamos solicitando que nos ayuden, principalmente con el tema de contención, psicológica, psiquiátrica y medicamentos. Es un tema muy difícil y hay mucho abandono del Estado durante muchos años y las consecuencias son las que se reflejan. Más de mil suicidios, muchos muertos por enfermedades que podrían haber sido evitadas. Ese abandono fue durísimo. Recién ahora se empiezan a ver políticas que tratan de aliviar a todos los que padecemos la guerra”.

Durante 25 años, Garcés no contó lo que vivió en las Islas. Sus vecinos, sus colegas universitarios, la gente de su barrio; casi nadie sabía que él había estado ahí. Como si fuera algo fácil de hacer. Sin embargo, afirmó que desde que pudo abrir una parte de su historia, hubo algo en él que se aflojo.

“Yo siempre digo que invito a que los que participaron hablen su propia historia, que la cuenten como puedan. A sus hijos, a sus nietos, o que se las escriba alguien si no saben escribir. Pero que la cuenten, porque los relatos oficiales sólo hablan de algunos personajes oficiales y casi de ningún soldado. Cuando empecé a escribir, ahí me di cuenta de todo lo que tenía guardado. Hay cierta decadencia de los organismo de los DDHH que tomaron como si todos fuéramos militares y no, no es así. Éramos civiles haciendo el servicio militar obligatorio, no militares”, destacó el ex convicto.

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Si bien no tuvo la oportunidad de volver a las Islas, Garcés dijo que le gustaría viajar en enero, pero únicamente para disfrutar. “Iría a tomar unas cervezas, a recorrer las playas y a hacer cosas lindas. Es un lugar hermoso”. Por otra parte, reveló que no tuvo contacto con militares británicos, pero si algún día uno viniera a la Argentina, no tendría problema de tomar un café para charlar.

Respecto al estreno del film que trata de recordar la Guerra de Malvinas desde las consecuencias del presente, Garcés contó: “Estoy muy feliz a pesar de tantos años que estuvo a un costado, digamos que hay que recordar que el gobierno de Mauricio Macri fue el que censuró la posibilidad de haber sido proyectada en el Museo Malvinas, y bueno eso fue muy doloroso. A partir de ahí fue un largo camino para que pueda ser reconocida y desagraviada. No solamente a quienes hicimos la película, sino al tema en sí, que trata de visibilizar la problemática de los suicidios de la posguerra. Es una pena enorme tratar un tema tan difícil, pero por fin pudo haber sido proyectada”.

-¿Cuál fue tu principal objetivo para la película?

-El objetivo puntual era visibilizar esta problemática de los suicidios. No es una película para veteranos de guerra. Es para los entornos afectivos, los familiares, los compañeros de trabajo o de clubes de los veteranos de Malvinas. Que puedan comprender muchas veces por lo que transita uno física y mentalmente. El sólo hecho de entender que quizás nosotros al escuchar una sirena de bomberos a uno le atraviesan por el cuerpo una sensación extraña y piel de gallina. Por ahí si estas hablando de otra cosa, uno no lo comprende. Muchos no lo pudieron soportar y se han quitado la vida. Pero la idea era que todos esos entornos lo pudieran comprender. Suele pasar también con olores o situaciones determinadas. Pasa muy seguido, uno no lo busca pero ocurre. Eso también a muchos los toma de sorpresa porque están permanentemente hablando del tema o se juntan en centros de ex combatientes. En mi caso particular yo estuve 25 años sin hablar del tema. Yo sabía que tenía una carga muy importante dentro mío, así que con ayuda me impulsaron a que pueda escribir dos libros, uno sobre Malvinas y sobre medios de comunicación en tiempos de guerra y otro sobre experiencias propias. Eso me ayudó mucho a sacar todo lo que tenía adentro y verlo de otra manera.

El sólo hecho de entender que quizás nosotros al escuchar una sirena de bomberos a uno le atraviesan por el cuerpo una sensación extraña y piel de gallina"

En la guerra todos perdemos, y es muy triste estar escuchando, da mucha pena escucharlo y a veces uno no lo soporta tanto. Yo prefiero hablar con alegría y dejar la parte bélica de lado y proponer una mirada distinta sobre Malvinas, que si bien hubo dos meses de guerra hay otras cosas muy importantes para seguir investigando para las nuevas generaciones. Sobre el hidrocarburo, sobre el petróleo y no sobre la pesca. Todo lo geopolítico. A mi me importa mucho eso y con eso me alejó de los dolores de los compañeros muertos.

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-¿Qué respuesta has recibido de la sociedad en base a la película?

-Indistintamente que ya es un cortometraje que está siendo estudiado en las universidades, en las escuelas secundarias; las organizaciones políticas también lo proyectan y es muy interesante porque se generan debates. Es muy interesante también lo que se generó a partir de este humilde cortometraje que intenta visibilizar una problemática tan difícil de abordar y tan poco vista en los medios en general.

Es interesante también ver qué piensan los chicos en los colegios, incluso hasta en los primarios. Creo que hasta ahora tengo cinco finales distintos que me han dado, porque se llama entre dos mundos, esos dos mundos son como dos dimensiones diferentes, entonces está abierta a que haya muchas maneras de interpretarla. No está mostrando si se suicidó o no el ex combatiente pero tampoco dice lo contrario. Se arman muy buenos debates y casualmente anoche estuve hablando con una profesora de geografía, que me contó que todos los años la pasan en sus cursos y que es muy emotivo los debates que se dan.

-¿Recibiste contención del Estado en algún momento?

-No. Las contenciones del Estado son las que vemos dentro del país. Que fueron a partir de las políticas de poder ingresar al Pami y tener una obra social que nos contenga a todos y bueno, tener alguna prioridad de algún médico de cabecera o algún medicamento en especial. Pero mucho más tampoco.

El tema es que a veces uno no está informado, porque decían que habían inaugurados centro de salud para veteranos de guerra, que la verdad no se quienes tuvieron la posibilidad de acceder. Uno en CABA y uno creo que en Chaco. Pero no se da la información, tratan de que pase de largo ese tema.

Principalmente en esta fecha no, desde el 2 de abril hasta el 14 de junio es como que  salen a la vista, al orden público de un montón de problemas que hay y de falencias. Y de a poco un reconocimiento, que entendemos que es más político que para nosotros. Llevamos 41 años y algunas cosas se empezaron a ver.

Desde el 2004, el presidente Nestor Kirchner pudo ampliarnos el beneficio a la pensión mísera que cobrabamos de 150 pesos, gracias a un proyecto que nosotros le llevamos. Ahora cobramos tres pensiones mínimas, y aunque parezca mentira, muchos dejamos de trabajar de vender en los colectivos, en los trenes o en la calle. Nos devolvieron un poco de dignidad. Entre eso y una obra social que nos contenga.

Garcés mantiene, porque lo logró, una mirada “positiva” y una postura de “seguir adelante” frente a todo lo que le tocó vivir tanto en la guerra como en el después. Y es que encima de todo, fue dado por muerto durante tantos años, que cuando quería hacer trámites, en todos los padrones figuraba como fallecido.

Una gran parte de su historia de vida, que comenzó a sus dieciocho años, lo acompañará siempre, transformando y luchando por conseguir mejores políticas públicas que acompañen a todos los que en 1982 fueron llevados en condiciones inhumanas, sin preparación, casi sin alimentos y sin herramientas necesarias tanto en la vestimenta como en el armamento. Esos héroes o sobrevivientes, fueron obligados a poner la cara, el cuerpo y el alma en representación de cada uno de los argentinos.