Pese a que el máximo es 0,5, un conductor no tuvo reparos para beber todo tipo de bebida alcohólica y luego manejar su camioneta. En el ingreso a la ciudad de Pinamar, el operativo policial a cargo del test de alcoholemia lo detuvo, y luego de pasar por la prueba el conductor terminó en una multa, fue detenido y se le secuestró el vehículo.
El conductor reconoció que "tomó de más".
El hombre luego de soplar la pipeta asumió que había "tomado" un poquito, pero se quedó corto. Tenía 2,15 gramos de alcohol por litro de sangre, es decir, cuatro veces más de lo permitido.
De inmediato el infractor fue detenido. Se trata de un turista porteño y deberá pagar una multa que oscila entre los 6 mil y los 20 mil pesos.
La camioneta, una Volkswagen Amarok, fue retenida ya que además, el infractor no circulaba con la documentación correspondiente. Su licencia de conducir también fue retenida por el personal policial que practicó el test.