Martín Redrado está entusiasmado con su nuevo libro, todavía inédito: “sólo lo conocen la editorial y Lavagna, porque lo prologó”. El ex presidente del Banco Central supo de la furia del kirchnerismo y debió dejar su cargo, enfrentado con el Gobierno. Y volvió a sus tareas profesionales como economista, no sin antes haber vivido explosivos y mediáticos romances con Luly Salazar y Analía Granata. “Hoy estoy solo”, asegura y hace silencio.
Pero la política relacionada a la economía siempre le atrajo y participó en varios espacios. Hoy acompaña (“colabora, aconseja”) al Frente Renovador. Fue uno de los que se quedó. “A Massa lo conozco desde hace 15 años y sé de sus valores, sigo colaborando, y lo hago desde mi actividad profesional como economista. Compartimos ideas y yo aporto”
Pero sigue en el FR, cuando muchos dirigentes dieron el salto. “No soy un oportunista. Que la gente vea y evalúe que hizo y cómo se comportó cada quién”
Se lo mencionó como posible canciller en un hipotético gobierno de Massa. “No se habló de cargos, ni lo pensé, pero no descarto que otros lo hayan mencionado”, dice sonriente.