Desde el Gobierno Nacional comenzaron a delinear la logística de 10 vuelos que partirán a China durante los primeros días del mes de julio para traer 8 millones de dosis de la vacuna Sinopharm. Estas operaciones se darán en el marco del avance del plan de vacunación. De esa manera, el total de vacunas superará los 30 millones de dosis.
Según fuentes oficiales, el objetivo es traer esos 10 cargamentos para finalizar con los esquemas de vacunación de quienes fueron inoculados en junio; pero también para dar cientos de miles de nuevas dosis. “Hay un plan de vuelo para este viernes siempre sujeto a cambios finales del laboratorio”, aseguraron.
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Estas dosis forman parte del convenio que el Gobierno Nacional firmó con Sinopharm el mes pasado, por más de 24 millones de dosis. Tal como se había pactado, las entregas se darían durante julio, agosto y septiembre, en diversos vuelos hasta cumplir los 8 millones por mes.
"Es un círculo virtuoso que empieza con cada avión que llega. Esta fue una semana de recepción y distribución récord de vacunas", había dicho la ministra de Salud, Carla Vizzotti. Y agregó: "Cada vez que llega un número importante de dosis se pone a prueba el sistema de distribución, y los equipos siguen dando respuesta".
En China, la Sinopharm para chicos y adolescentes. Por ende, esa vacuna sería una opción a futuro para inocular a las personas de entre 12 y 17 años en Argentina. Para que eso ocurre deben sumarse evidencias científicas. ¿Qué pasos restan? Para que sea habilitada en Argentina, Anmat deberá analizar el ensayo clínico hecho en China y, después de eso, autorizar su uso al Gobierno Nacional.
Por otro lado, el Gobierno avanza con nuevas negociaciones. Por eso se trabajará para traer vacunas del laboratorio Cansino, con el que habían firmado un contrato por 5,4 millones de dosis. En ese punto, desde el Gobierno aguardan confirmaciones del laboratorio chino canadiense por la disponibilidad de vacunas.
En cuanto a la finalización de los esquemas de vacunación, que e la gran preocupación del Gobierno, hasta ahora había un acuerdo de que la diferencia de aplicación entre la primera y la segunda dosis de AstraZeneca y Sinopharm fuera de 12 semanas. Eso generaba que de cada lote que se recibía se guarde una parte para las segundas dosis, para así poder terminar con el esquema de vacunación de forma paulatina.
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Es decir, se tomaban esos 90 días y se calculaban cuantas dosis se iban a necesitar cuando llegaba el plazo. Esta idea se llevó también con los lotes del componente uno de la Sputnik V, porque nunca se pensó que la demora con el segundo fuera tal. Ahora, y eso revisará Vizzotti con los expertos de la CONAIN, se buscará que el intervalo de aplicación entre la dosis uno y dos de AstraZeneca y Sinopharm a ocho y cuatro semanas respectivamente.
Acelerar la aplicación de las segundas dosis implica que el fraccionamiento de las vacunas cuyos componentes sean iguales genera que sean menos las que estén disponibles para primeras dosis.
Por otro lado, más allá de los envíos desde Rusia de la Sputnik V, el dueño del laboratorio Richmond, Marcelo Figueiras, confirmó que comenzaron a fraccionar el componente 2 de la Sputnik V y esperan tener listas al menas 150.000 dosis para enviar a Rusia para que el Instituto Gamaleya las analice para determinar si cumplen con los protocolos.