Soledad está presa desde principios de septiembre por el asesinato de quien era su pareja, Cristian Serna. Soportaba a diario el acoso, maltrato y abuso sexual por parte de quien, además, era el padre de su hija menor. El límite llegó cuando su otra hija, de 14 años, comenzó a sufrir también los abusos de su padrastro.
Soledad permanece detenida en la comisaría 4ta de Berazategui.
Serna la golpeaba y la violaba sistemáticamente. Mientras lo hacía, le decía que además abusaría de su hija mayor y que la obligaría a presenciar el momento. Incluso le enviaba mensajes elogiando el cuerpo de la menor y detallando lo que le haría cuando abusara de ella.
Soledad no pudo más y lo mató con el cordón de su campera cuando él intentó finalmente cumplir con sus amenazas. Luego se entregó en la comisaría 4ta de Berazategui. Relató su calvario a la Justicia y hoy se encuentra a la espera de que el Juez Damián Vendola resuelva si confirma su prisión preventiva, tal como lo pidió el Fiscal Carlos Riera. La definición llegaría entre hoy y mañana.
La obsesión de Serna comenzó con Soledad; la celaba constantemente y se enojaba si salía de la casa. Incluso logró que ella renuncie a su trabajo. Tiempo después, llegó la violencia física y finalmente la obsesión por la hija de 14 años, que había tenido la mujer con otra pareja anterior.
"Los golpes empezaron a ser cotidianos, pero siempre de la puerta para adentro. Me declaró que quería que yo esté presente en el momento que él abusara de mi hija. La noche que me confiesa eso, me da a elegir entre mi hija o yo, le dije que jamás iba a permitir que tocara a mi hija, ese fue el inicio de los abusos hacia mi. El se descargaba conmigo sexualmente y todo era para no llegar a ella”, aseguró Soledad en su declaración judicial.
Serna había amenazado a Soledad en varios oportunidades.
Según su relato, Serna -luego de mucha insistencia- les pidió hablar los tres a solas. Ambas estaban dentro de la camioneta, él obligó a la nena a sentarse en el asiento de adelante y detrás quedó Soledad. El agresor intentó violar a la adolescente, quien además no pudo correr porque tenía un pie enyesado. Primero intentó explicar su deseo de intimar con la hija de Soledad y hasta intentó convencerla de que iba a poder superar el abuso.
"Le empieza a decir que ella va a poder superar el abuso, porque yo lo pude superar. Él sabia que yo tuve un intento de abuso cuando era chica, (...) entonces agarró y le dijo que ella lo iba a poder superar como lo hice yo. Yo le dije que ninguna mujer supera un abuso, que estaba equivocado, que intentara reaccionar, estaba tomando latas de cerveza y volvió a recalcar que la culpa la tenía mi hija, ella solamente se mantuvo callada (...). Fue en ese momento que se lanzó sobre ella, empezó a tocarla en medio de las piernas y me di cuenta de que estaba excitado, por los gestos, la mirada, la manera de hablar, de balbucear, la manera de expresarse y decirle a ella 'te va gustar, te va gustar'. Ahí le empezó a decir que a ella le iba a gustar su pija, que ella tenía que conocerlo, que él estaba muy caliente con ella, que le gustaba todo su cuerpo, que le gustaba su cola, mientras le hablaba volvió a meter sus manos entre sus piernas (...).
En ese momento Soledad se quitó el cordón de su campera. En la desesperación y utilizando el único medio a su alcance, ahorcó a Serna. "Solamente intenté defenderla. Él se alejó un poco del cuerpo de mi hija y ahí fue cuando le puse el cordón de la capucha de mi campera por encima del cuello. Solamente recuerdo que le puse el cordón sobre el cuello e hice un giro como para apartarlo de mi hija, ahi pensé que nos iba a matar a las dos, él me había amenazado diciendo: 'No sé si ustedes vuelven caminando'. Él no se defendió en ningún momento y se desvaneció”, detalló en su declaración.
“Le dije a mi hija que me iba a entregar y que se quedara tranquila, en ningún momento quise hacerle daño. Él sabía muy bien que jamás le hubiese hecho daño, me sorprendió el resultado. Me veía con mi hija tirada en un descampado, su amenaza era tan severa y creíble que lo iba a cumplir (...)”, finalizó.
"Con mi hija me veía tirada en un descampado, su amenaza era tan severa y creíble que lo iba a cumplir"
En diálogo con BigBang, la abogada Sofia Veliz, del colectivo FUTURA solicitó el sobreseimiento y libertad inmediata de Soledad y definió el hecho en un claro caso de legítima defensa de terceros establecido en el código penal y tiene todos las características de un caso de violencia de género. "El código penal presume que cualquier persona que mata a alguien que ingresa a su propiedad por la noche actúa en legítima defensa, no presume lo mismo de una mujer que se defiende en un contexto de violencia machista o que defiende a su hija de un violador", remarcó Veliz con la intención de que finalmente Soledad pueda volver a su casa, a estar con sus dos hijas y recuperarse de todo lo que padeció.