por Débora D'Amato
15 Junio de 2021 12:45En pleno siglo XXI, la transformación de ciertas costumbres no es novedad. Entre ellas, la edad para llevar adelante la maternidad no sólo se presenta más flexible, sino que también aparece la posibilidad de la planificación, que hace que las decisiones tengan mejores resultados, pero además da tiempo de preparar las condiciones para que el proyecto de familia se desarrolle en un ambiente deseado y esperado.
Los especialistas aseguran que más allá de cómo esté conformada la familia “lo más importante es la disponibilidad emocional de los padres o madres y un contexto social adecuado para el desarrollo psíquico de los hijos”. Gracias a los numerosos avances de la ciencia y la medicina reproductiva, hoy en día los tratamientos permiten a las gestantes la posibilidad de decidir y planificar la maternidad. Una de estas técnicas, de gran importancia para el cuidado de la fertilidad, es la vitrificación de ovocitos, más conocida como “congelar óvulos”.
Según el Dr. Fernando Neuspiller, director de la clínica de fertilidad asistida IVI Buenos Aires, “las indicaciones para este tratamiento son múltiples y variadas, con el denominador común de posponer la inseminación de los ovocitos y/o el embarazo”. Tal como indica el especialista, la decisión de vitrificar puede estar motivada por el advenimiento de una enfermedad, como sucede con las pacientes que se deben enfrentar a un tratamiento oncológico, aunque una gran parte de quienes recurren a este tratamiento lo hacen por una cuestión de planificación, ya que, como asegura Neuspiller, más allá de las costumbres o deseos personales, “hay algo que no puede modificarse y es que, naturalmente, la función reproductiva de los ovarios es limitada”.
¿En qué consiste la vitrificación (o congelación de óvulos) ?
El tratamiento es muy simple, no es invasivo ni requiere internación. Lo primero que debemos saber es que un ovocito es un gametocito hembra o célula germinal que participa en la reproducción. En otras palabras, es un precursor inmaduro del óvulo, o célula huevo. El ovocito se produce en el ovario del embrión durante la gametogénesis femenina. Dicho esto, la vitrificación es un proceso de solidificación en el que los ovocitos son tratados con sustancias crioprotectoras y sumergidos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196° C.Leer más | CABA habilitó la inscripción para la vacunación de mayores de 45 sin comorbilidades
Los pasos son los mismos que los de un ciclo de Fertilización In Vitro (FIV): primero se realiza la estimulación de la ovulación durante unos 10 o 12 días, una vez completada esta fase, se programa la aspiración de los ovocitos, que es un procedimiento mínimamente invasivo que dura unos 20 minutos bajo sedación aproximadamente, y en lugar de inseminarlos y fecundar el material, se realiza la vitrificación mediante el método Cryotop. Una vez terminada esta serie de pasos, los ovocitos se almacenan en nitrógeno líquido. “No existe un tiempo limitado de almacenamiento, sino que se guardan durante el tiempo que la paciente lo necesite”, aclaró el Dr. Neuspiller.
La pandemia, un factor determinante en el proyecto de familia
Un dato a tener en cuenta es que, si bien durante los primeros meses de confinamiento, a comienzos del 2020, la demanda de todo tipo de tratamientos se vio reducida como nunca antes, a medida que avanzó el año hubo un alto crecimiento de consultas y tratamientos para preservar la fertilidad.Leer más | Punto por punto, el plan del Gobierno para evitar la circulación de la variante Delta
Teniendo en cuenta los datos registrados hasta mediados de mayo, resulta llamativo que durante el verano del 2021 la demanda del tratamiento de vitrificación creció en un 137% en comparación con el mismo período del año anterior. “La pandemia y los riesgos de contagiarse COVID-19 ha implicado que muchas mujeres y parejas pospongan su búsqueda de embarazo. Sin embargo, hay quienes por la edad no pueden continuar retrasando la maternidad. La vitrificación da esa posibilidad de poder usar sus óvulos, por ejemplo, cuando la crisis sanitaria se termine”, precisó Neuspiller y agregó que “siempre es mejor cuanto más temprano se haga el tratamiento".
"Antes de los 35, es ideal. Por eso es muy importante que todas las mujeres estén informadas y sepan sobre esta posibilidad, sobre todo aquellas para las que, por sus características médicas, el tiempo puede ser un factor clave”, agregó. Finalmente, el especialista remarcó que “cuando los fenómenos externos cambian nuestros planes, la vitrificación es una forma de actuar en el presente pensando en el futuro”.