23 Marzo de 2021 16:54
En cuestión de horas, el nombre y las fotos de Stefanía Purita Díaz se multiplicaron en miles de denuncias en redes sociales y en medios de comunicación. Para muchos, la becaria de Avellaneda era una supuesta “vacunada vip”, ya que había sido inoculada con la vacuna Sinopharm, contra el coronavirus, a pesar de que tiene 18 años y ninguna enfermedad preexistente.
Hace pocas, mientras la campaña en su contra continuaba in crescendo, Magdalena Sierra, jefa de gabinete del municipio de Avellaneda y también esposa del ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, decidió echar Stefanía, quien se desempeñaba como becaria en la Secretaría de Educación de ese municipio.
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La acusación contra la joven comenzó cuando se viralizaron en las fotos de la chica exhibiendo el carnet de vacunación que entrega el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires a toda persona que es inoculada contra el COVID-19. En ese momento, Purita Díaz trabajaba en la Secretaría de Educación de Avellaneda.
Al tiempo que se enteraba del fin de su labor en la Municipalidad de Avellaneda, Stefanía le dijo a Infobae: “Me inscribí por la página antes de que lleguen las dosis al país. No había una certeza de cómo iba a ser la distribución de dosis. Esto fue previamente a que la vacunación llegue y me inscribí a modo de voluntariedad para aplicarme la dosis por varios motivos”. Y detalló: “En función de cuidar las personas de los ámbitos en los que yo me muevo, porque yo convivo con mi madre que es paciente oncológica y es mayor de edad y una abuela de 95 años. Si me contagio podía contagiarlas”.
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Por otra parte, Purita Díaz explicó: “Se me puso en responsabilidad de vacunarme porque mis compañeros son docentes. Nunca jamás fui secretaria de nadie”. Y enseguida aclaró: “Mi vacuna no tiene que ver con ningún acomodo. Tiene que ver con un llamado legal en el marco correspondiente de una página Vacunate PBA”.
En ese sentido, Stefanía aseguró: “Me avisaron por la página. No es lo mismo que uno se anote voluntariamente en diciembre a que se anote en marzo cuando lleguen las dosis. Quise donar la dosis, pero se me puso en responsabilidad de vacunarme por mis compañeros, por una cuestión de cuidado. Quien se vacuna no tiene la culpa de ser llamado a vacunarse. Hay un accionar que te estigmatiza”. Y sobre su cercanía al ex intendente de Avellaneda, contó: “Quiero desvincular al ingeniero Jorge Ferraresi y a su familia porque él no tuvo nada que ver con mi vacunación. No estaba enterado que me iba a vacunar. A mí nadie me acomodó y Ferraresi no tiene nada que ver. Tampoco cumple un rol en el espacio laboral donde yo trabajaba (en la secretaría de Educación)”.
