Mía tiene 12 años y lleva con ella una enfermedad que la acompañará en lo que será un tratamiento que durará aproximadamente un año y ocho meses para curarse: leucemia. Hace seis meses comenzó a atenderse en el Hospital Casacuna para poder tratarla pero su padre, Leonel Spirito, quien la acompaña en su día a día, le comentó a Big Bang que en el último tiempo todo cambió y ya no consiguen tener la misma atención que desde un principio.
Seis meses atrás, Mía comenzó a sentir un fuerte dolor en sus ovarios y sus papás decidieron llevarla al hospital de Lanús, ciudad donde es residente, en el cual le avisaron que tras no poder dar con lo que le estaba pasando, se dirija hacia Casa cuna para tener una información mucho más certera.
En ese momento, se trasladaron hacia el hospital ubicado en la Ciudad de Buenos Aires, le confirmaron la enfermedad y les dieron los pasos a seguir con el tratamiento oncológico correspondiente. De esa manera fue como Mía empezó a tratarse bajo la normativa de que Casa cuna se hacía cargo de la internación y de los medicamentos hasta el último día, pero todo empezó a decaer.
Con la llegada de Javier Milei al Gobierno y la idea de ajustar la economía bajo cualquier costo y consecuencia, una parte de la sociedad que más la sufrió como víctima fue justamente aquella que se encuentra con tratamiento oncológico quienes, de un día para el otro, se comenzaron a quedar sin medicaciones y tuvieron, por cuenta propia, que salir a comprar inyecciones que cuestan desde 400 mil hasta dos millones de pesos y que son necesarias una vez al mes.
Leonel, papá de Mía, trabaja lavando autos y tiene en cuenta junto a su esposa, que necesitan tener una base de ahorros para poder pagar las inyecciones e insumos de su hija que ya el Estado no puede darles y por eso, comenzaron a realizar una colecta en la cual las personas pueden colaborar a través de su propio Alias: lavadero.sitio.mp o su CVU: 0000003100097652800463.
Viendo como la situación dentro del hospital empeora día a día y que el Estado cada vez aporta menos, Leonel hizo un pedido pidiendo por favor, que ayuden a todos los pacientes que luchan con una enfermedad como lo es el cáncer. "Me gustaría que levanten el aprendiz y que se fijen lo que está pasando en los hospitales. Hay muchos chicos con tratamientos oncológicos que necesitan su medicación y no la están teniendo".
-¿Cómo comenzó todo?
-Ella estaba afrontando dolores así que en principio fuimos al Hospital Vecinal de Lanús y ahí nos dijeron que como no la podían atender ni dar una información certera de lo que le estaba pasando porque a simple vista no lo sabían, nos mandaron al Hospital Casacuna. Así que fuimos para allá y nos pudieron atender y decir todo. Nosotros pensábamos que eran problemas de dolores de ovarios, de primera menstruación, pero nos dijeron que se trataba de leucemia.
-¿Y desde ahí que Mía se encuentra en el Casacuna?
-Sí, pero es un tratamiento variado. Hay días que pasamos en el Hospital y otros que nos mandan a hacer reposo domiciliario así que volvemos para casa. Es casi que una semana y una semana de cada uno. Por ejemplo, los días de quimioterapia se queda toda la semana en el hospital y a la semana que viene la mandan a casa para que pueda descansar, vamos y venimos muy seguido.
-¿Hace cuánto tiempo están así?
-Hace seis meses comenzó todo. Ella ahora cumplió su tercer bloque de tratamiento y ahora tenemos que arrancar todo de vuelta otra vez. Tenemos un tratamiento que dura un año y ocho meses aproximadamente.
-¿El tratamiento está todo cubierto por el hospital?
-Sí, ellos cubren absolutamente todo pero hay veces que no tienen alguna medicación, que obviamente todas son necesarias, así que a veces estamos en la situación de tener que renegar para poder conseguirlo, esforzarnos más en la colecta, pedir ayuda, porque estamos hablando de medicamentos que superan los 400 mil pesos y de esos necesitas uno por mes. En febrero estuvimos con ese problema por un inyectable que el hospital no lo conseguía por ningún lado y a veces uno junta plata para tener, para ahorrar por emergencias, pero también hay que tener en cuenta que nosotros nos movemos siempre en remis porque ella no puede viajar en transporte público y ahí también se nos va esa moneda que tratamos de juntar, además de que come una comida especial envasada al vacío, entonces todo lo que juntamos lo destinamos principalmente en eso y también teniendo en cuenta que puede haber meses donde el hospital no nos asegure la medicación.
-¿Cuál es esa inyección que estuvo en falta?
-Es una inyección que le hace levantar los glóbulos blancos porque como ella hace quimioterapia, lo necesita sí o sí para tener esa fuente de energía. Además de esa, también estaba en falta otra inyección que se la tienen que dar una vez por mes para que no menstrúe porque no puede perder sangre. De esa a veces no hay, se complica, hay faltantes de medicamentos... entonces en ese momento es donde hay que salir a comprar y es fatal.
-¿Este mes no la conseguían?
-No, este mes el hospital no nos pudo dar esa inyección para que no menstrúe así que tuvimos que abonarla con lo que pudimos juntar nosotros y con la ayuda de la gente así que y ahora ya tenemos ese gasto cubierto. Hay que ver con qué nos encontramos el mes que viene.
-¿Esa se las brinda siempre el hospital?
-Sí, desde el hospital nos dan todo y nos cumplen con el tratamiento que necesitamos, pero a veces pasa que hay faltantes de insumos, que las inyecciones no aparecen, que no están todos los medicamentos, es como un día a día.
-¿Qué les dicen desde el hospital?
-Que está en faltante y no sólo para mi hija sino también para un montón de nenas que necesitan esa inyección y de repente ninguna se la puede dar. Es como que todo se atrasa y de repente no hay ninguna inyección para colocación en un hospital donde hay muchísimas criaturas esperándola.
-¿Cómo está la situación en cuánto al hospital?
-El hospital es de 10 y todos te atienden súper bien. Los médicos están a disposición, son excelentes, el trato es buenísimo. Es como que todo está bien y lo único que falla es el tema de los medicamentos para los tratamientos oncológicos que se encuentran en falta y eso no podes culpabilizar bajo ningún aspecto ni a los médicos ni a quienes trabajan en el hospital porque viene por otro lado.
-¿Cuál es la situación de ahora y cómo era cuando empezó el tratamiento?
-La situación fue decayendo por todos los faltantes a partir del cambio de gobierno. Del hospital no hay nada que decir, es una realidad lo que pasa. Nosotros empezamos hace seis meses este tratamiento y en los últimos tres se cortaron los insumos y la medicación. Antes no pasaba que teníamos que ir a comprar y ahora sí. Hay chicas que tienen que esperar tiempo indebido, que tienen que ir a comprar, que todo tarda más... y no es culpa del hospital. Es el gobierno que te corta todo.
-¿Qué diferencias notas?
-Nosotros cuando arrancamos el tratamiento teníamos absolutamente todo y no hacía falta comprar cosas desde nuestro bolsillo, al contrario, nos daban hasta insumos de más por las dudas para que no nos quedemos sin medicación y ahora es todo al revés. Si te dan, te cuentan los días exactos para no darte nada de más y a veces incluso no te dan y te vas sin medicación. Es abismal.
-¿De qué precios estamos hablando cuando tenés que salir a comprar una medicación?
-Mira, yo sé que no soy sólo yo y no hablo sólo por mi hija. Acá charlo con todos los padres que acompañan a sus hijas y estamos todos en la misma circunstancia de faltantes de insumos en oncología. Todos pasamos por lo mismo y antes no pasaba eso, ahora pasa. Y obviamente, los precios hablamos de 400 mil pesos para arriba. Tenés algunas por 500 mil, alguna inyección por un millón o dos millones. Es algo que se vuelve imposible y porque encima lo necesitas todos los meses. Y uno no puede estar jugando con el tiempo de si hay o no hay.
-¿Qué te dicen desde el hospital cuando no te las pueden dar?
-Te dicen que están en falta y que no tienen otra cosa por hacer ni decir. En ese momento uno entra en la desesperación para hablar con gente y ver qué se puede hacer, dónde comprarlo, cómo juntar esa cantidad de plata, ver con quién uno puede hablar para que afronte la realidad de lo que está pasando de que hay un montón de pacientes oncológicos que no tienen su medicación y que tampoco la pueden pagar.
-Cuando tuviste oportunidad de hablar con alguien... ¿Conseguiste respuestas?
-Ninguna, todos dicen lo mismo. Los médicos no dicen nada porque obviamente no se encargan de eso, se encargan de cuidarte y darte lo que necesitas así que todo viene de arriba y cuando querés comunicarte con algún político o algo, nadie te escucha. Si las cosas no llegan al hospital, los médicos no tienen nada por hacer. Pero, también pasa que cuando llegas a hablar con algún político o con alguien, nadie dice nada, nadie acusa a nadie ni tampoco se meten por el miedo de lo que puede pasar.