19 Octubre de 2018 19:00
El destino final de Adolf Hitler fue siempre motivo de discusión. Están los que creen en la versión oficial de su suicidio en el búnker de Berlín y los que aseguran que logró escapar y establecerse en la Patagonia argentina.
Y los partidarios de la segunda hipótesis apuntan a una amplia casa que aún existe en la zona de Villa La Angostura: la residencia Inalco, en Neuquén.
Muy cerca de la frontera con Chile, la casa construida con madera y piedra se posa en un complejo de más de 450 hectáreas que incluye un hangar para hidroaviones.
Este detalle es clave, ya que en la época en la que quienes dicen que Hitler habría vivido en Inalco el acceso por tierra debía hacerse por un precario camino de montaña. Por ende, la forma más fácil de llegar -evitando además miradas indiscretas- era a través del lago Nahuel Huapi, sobre el cual la propiedad tiene una playa privada de 900 metros.
El terreno en el cual está construida la residencia fue comprado en la década del '40 por el abogado Enrique García Merou, de quien se sospecha que actuaba como testaferro de capitales nazis en aquella época.
Y más allá de esos datos incriminantes, hay un testimonio directo que sitúa a Hitler en Inalco: el de una mujer que asegura haber trabajado para él.
Así, de acuerdo al historiador Abel Basti, la testigo llegó a Inalco en 1956 como empleada de dos matrimonios alemanes que vivían en la casa e identificó a uno de los hombres como el Führer.
Centinela silenciosa
Pero ésta no es la única construcción de la zona vinculada con Hitler. En línea recta con la residencia Inalco pero en las costas de Bariloche, se alza la Torre Bustillo, bautizada así en honor al arquitecto que la diseñó y que es responsable de la mayoría de los edificios emblemáticos de Bariloche. Es también conocida como “Torre del Vigía” o “Torre Sarracena”.
La torre Bustillo construida por el arquitecto.
Para llegar, partiendo desde Puerto Pañuelo, se debe girar la península de San Pedro. Apenas se dobla, queda a la vista la estructura de la torre con un claro perfil de vigilancia cuya imagen contrasta con los calmos alrededores.
Se dice que Bustillo la construyó para convertirla en su estudio, pero su ubicación de complicado acceso y su evidente falta de comodidad cuestionan ese propósito y despiertan otras teorías apuntando a que podría haber servido para alertar a la residencia Inalco del avance de intrusos desde el lago Nahuel Huapi.
¿Un puesto de vigilancia?
Paralelamente, en Villa Tacul -aledaña a Bariloche- pueden aún verse los restos dinamitados de un búnker de hormigón con finalidad desconocida.
Los restos del bunker de hormigón.
El edificio habría sido construido en 1946 y fue demolido por el Ejército Argentino nueve años después. Está situado en una colina desde la cual puede divisarse gran parte del lago y la Isla Victoria.
Y las leyendas de la zona aseguran que su existencia estaba vinculada a la protección de personajes importantes del régimen nazi que se instalaron en Bariloche. Como dato curioso, la construcción nunca fue registrada en el catastro de la ciudad.