Cambios. Y endurecer controles. Patricia Bullrich, la ministra de Seguridad, adelantó que el Gobierno trabaja contra dos fuertes blancos que colaboran en los delitos: las motocicletas y los celulares.
La ministra Bullrich anticipó sus principales blancos para el 2017.
Acuciada por el asesinato de Brian Aguinaco a manos de motochorros en el barrio de Flores, hecho que desencadenó un fuerte descontento popular, la ministra de Seguridad se reunió con Guillermo Dietrich para persuadirlo de delinear una serie de reglamentaciones de control sobre el uso de vehículos de dos ruedas.
Patentes visibles y controles estrictos
En ese sentido, Gerardo Milman, Secretario de Seguridad Interior nacional, le contó a BigBang que Bullrich también viene conversando con Martín Ocampo, ministro de Seguridad porteño, y Cristian Ritondo, su par bonaerense.
"De lo que se trata no es de molestar a los que usan motos para trabajar o como transporte", agregó el funcionario. "Sino de tener un control más exhaustivo en las motocicletas donde viaja más de una persona".
Para Milman, no se trata de "molestar a los que usan la moto para trabajar".
Además, Milman confirmó que se pretende reflotar la idea de que los números de las patentes de las motocicletas se repliquen en los cascos o en chalecos.
"Tiene que haber alguna identificación más nítida. La manera aún está en estudio, pero tiene que ser más visible", explicó. "Queremos que no haya manera de esconder la patente cuando alguien tenga la voluntad expresa de cometer un delito".
Registro nacional de celulares
Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad ya avanza en el Programa Alerta, en el marco del cual se creará el Registro Nacional de Comercialización de Teléfonos Móviles y Tarjetas SIM" y el "Registro Nacional de Teléfonos Móviles Perdidos, Robados y Hurtados".
Así, de acuerdo a Milman, los prestadores de servicio actualmente cuentan con 90 días para identificar a todos sus clientes. "En cuanto se haga la denuncia de un celular robado, ese celular va a figurar en una lista y se lo va a bloquear instantáneamente. Va a ser prácticamente un pisapapeles", ilustró.
"Es lo que se hace en el resto del mundo: si en Estados Unidos o Europa querés comprar un chip, tenés que ir con pasaporte", agregó el secretario.
La urgencia de esas medidas, según Milman, pasa por el hecho de que "con los celulares pasan dos cosas: no sólo están vinculados al delito callejero, sino que también se usan para cometer un segundo delito luego".