28 Junio de 2016 09:40
Lavarse el pelo con vinagre o harina puede resultar extraño pero es otra manera de cuidar el medioambiente. Es una de las ideas que proponen los seguidores de la tendencia de “Vivir sin generar basura”. para reducir el impacto social y económico que produce.
En inglés se dice Zero Waste y la filosofía que adoptan es acercarse lo más posible a una vida sin bolsas plásticas, cajas de cartón o envases. Nada se tira, todo se reutiliza y se buscan alternativas para no producir desechos.
Fundamentos y estadísticas del movimiento "Zero Waste".
Las blogueras Lauren Singer o Kathryn Kellogg fuero las primeras que movilizaron el tema en las redes y lograron reunir la basura que generaron durante un año pueden en un bote de 200 mililitros.
Reducir la basura que generamos es posible.
Según estiman, cada persona produce todos los días cerca de un kilo y medio de basura, lo que al año se traduce en media tonelada de desechos que terminan pudriéndose bajo el sol o contaminando mares y ríos.
El movimiento Zero Waste propone una serie de reglas muy simples con las cuales es posible reducir al máximo la producción de basura.
Rechazar lo que no es necesario.
Evitar la compra o recibir cosas que no son imprescindibles para vivir.
Algunos ejemplos son los sorbetes para las bebidas, las envolturas de papel o plástico para los sandwiches, los cubiertos descartables, las bolsitas de condimentos individuales que ofrecen en los restaurantes o fast foods.
La clave es no comprar o consumir comida empaquetada, y mucho menos cuando no es necesario. Por ejemplo, la fruta empaquetada en bolsas de plástico. ¿Para qué es empaquetada? Según el movimiento, la naturaleza ya le proporciona un envoltorio de calidad.
Lo que no se debe hacer.
Para el resto de los casos, los zero waste destacan la importancia de utilizar tuppers o elementos para transportar comida y evitar comprar productos que por su proceso de fabricación o presentación generen desechos.
¿Se necesitan todos los elementos que se utilizan cotidianamente? No. La idea es reducir los usos. Por ejemplo, llevar un termo o taza donde cargar bebidas, evitar el exceso de utensilios.
Un viejo frasco de mayonesa puede mejorar el mundo.
Al igual que cuando se hacen compras, es bueno llevar bolsas de tela para evitar el uso de bolsas plásticas. También se pueden llevar fráscos de vidrio para comprar productos sueltos y evitar los paquetes.
Los frascos de vidrio son útiles para comprar productos sueltos.
Reutilizar mediante el uso de materiales reutilizables:
Juega un papel importante la creatividad. El reuso se aplica a todo: desde reciclar papel, como trapos de limpieza o latas de gaseosas hasta discos de vinilo y lámparas.
La creatividad se pone en acción.
La idea es encontrarle diferentes usos a las cosas que ya tenemos, pero además implementar hábitos que no generen más basura.
Rot: Descomponer lo que no podemos rechazar, reducir o reutilizar.
El compost es un rejunte de desechos ecológicos y biodegradables.
Hacer compost o abono implica tener un contenedor especial donde poner todos los desperdicios orgánicos para que se puedan utilizar como abono.
Existen recetas para adaptar la vida cotidiana a las necesidades de este movimiento. En múltiples fotos, portales y sitios, incluso en Youtube, se pueden encontrar tutoriales y consejos para iniciarse y preservar al medio ambiente.
