El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, habló hoy de la nueva cepa de coronavirus que actualmente afecta a Europa, designada como 20A.EU1.  

En su diálogo explicó por qué esta nueva ola atacó tan explosivamente a algunos países europeos y describió cómo puede intentar evitar que se propague en Argentina.

"Durante el verano europeo, se perdieron los tres componentes que habían hecho bajar la primera curva de contagiosidad", señaló identificando a estos factores como "la intensidad de las políticas públicas para la prevención, rastreo, testeo y detección de la enfermedad",  el "aprendizaje ciudadano" y "el comportamiento social" relacionado con los hábitos de cuidado personal.

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En ese sentido, el funcionario analizó que en Europa "las políticas públicas bajaron su intensidad; la ciudadanía había tenido una falsa sensación de finalidad del problema y perdió la capacidad de cuidarse de los supercontagios, y hubo un cambio de la dinámica social por el contexto de las vacaciones y los comportamientos de la juventud que hizo que el virus encuentre otros canales de circulación". 

Quirós también advirtió que los eventos de "supercontagio" son los más peligrosos y suceden cuando "un pequeño grupo de los enfermos contagia a un gran número de los nuevos enfermos y los enfermos actuales se contagian poco", lo cual en general "se da en encuentros en lugares cerrados donde la gente está mucho tiempo".

Así, subrayó que el rebrote en nuestro país será inevitable si la mayoría de la población "piensa que no se quiere cuidar" y remarcó la importancia del uso de barbijo, la distancia social y el lavado de manos. "Queremos sostener un verano donde la gente disfrute sus vacaciones", concluyó. 

La nueva cepa

El virus causante del COVID-19 tiene cientos de mutaciones. De acuerdo a un estudio de científicos españoles y suizos, una de las más presentes actualmente en la segunda oleada que vive Europa se dio primero en España.

Nada indica que esta variante del coronavirus sea más virulenta o peligrosa, o se comporte de manera diferente. Tampoco hay pruebas de que sea la única prevalente en la segunda ola europea, ya que han sido identificadas varias más.

Esta nueva cepa comenzó a observarse en junio, con la llegada de las temperaturas cálidas, y se diseminó por el resto del continente europeo con la relajación de las restricciones de viaje en verano, y el estatus de España como destino turístico. 

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Esta mutación, bautizada como 20A.EU1, está presente en alrededor del 80% de las muestras analizadas en España, del 90% de las provenientes de Inglaterra y de un 30% a 40% de las suizas.