Melina Caputo viajó al exclusivo Hotel Be Live Collection Canoa de Bayahíbe de República Dominicana para vivir junto a su abuela, sus hermanos y sus primos unas vacaciones inolvidables. Sin embargo, el 16 de agosto de 2019, mientras subía hacia un muelle dentro del resort, recibió una descarga eléctrica que le quitó la vida.
Desde ese momento, la familia de la joven de 17 años vivió una odisea para poder hacer justicia por lo ocurrido, y a pesar de que la causa estuvo a punto de cerrarse, finalmente el pasado miércoles 8 de enero la Cámara Penal del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Nacional resolvió aceptar la demanda en contra del hotel, por lo que en la Sociedad Comercial Hotel Canoa S.A enfrentará un juicio en el que ya fueron demandados por daños y perjuicios.
En comunicación con BigBang, Analía Fangano, la abogada de los padres de la adolescente oriunda de la provincia de San Juan, explicó que la causa iba a ser cerrada en los próximas días, pero que después de mucho esfuerzo y muchas trabas, finalmente gracias a la ayuda de un grupo de abogados locales, se logró llevar adelante la acusación formal contra los responsables de la hostería.
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"Fue muy difícil conseguir un abogado allá. Todos te piden 200.000 dolares y después arreglan porque no se animan a ir contra las cadenas hoteleras", indicó la letrada, quien además aclaró que viajó personalmente a Punta Cana para poder resolver la cuestión, y que se encontró con que nadie quería darle explicaciones, y que además también la invitaban a retirarse del país.
"Fui hasta allá y desarchivé la causa. Después de tanto esfuerzo, porque fue muy difícil lo que viví, se pudo desarchivar", explicó, y agregó que la Justicia de República Dominicana ya aceptó la demanda contra el Hotel Be Live Collection Canoa de Bayahíbe, y que por eso todas las partes implicadas ya fueron notificadas de que en marzo será la primera audiencia para comenzar con el proceso judicial.
A pesar de que Fangano hubiera querido acusar a los dueños del hotel de haber sido los responsables de la muerte de Caputo, debido al sistema judicial que tienen en el país, logró que se acuse a la Sociedad Comercial Hotel Canoa S.A por daños y perjuicios, y que en caso de recibir una condena, se le pague 50 millones de pesos dominicanos (1.200.000 dólares) a los padres de la adolescente "por los daños morales y materiales". A pesar de que a la familia no le importa el dinero, sí quieren que los responsables del fallecimiento de la joven no queden impunes.
El juicio comenzará en marzo próximo, con una audiencia donde se presentarán todas las pruebas para demostrar que Caputo murió por electrocución. A pesar que desde el resort echaron a correr la versión de que la adolescente sufría del corazón, y que murió de un infarto, lo cierto es que el Certificado de Defunción emitido por el Ministerio de Salud Pública del país caribeño confirma que la víctima falleció luego de sufrir un edema pulmonar y un shock cardiogénico a raíz de una electrocución.
Además, durante el proceso judicial, los abogados de la familia de la víctima presentarán una pericia clave: la que demuestra que las instalaciones del hotel, particularmente el muelle desde donde los turistas podían tirarse al mar, no estaba en condiciones para garantizar la vida de los que caminaban por la zona.
En detalle, el informe aclara que el cable utilizado para llevar electricidad, no era el indicado, ya que se trataba de "un cable tipo taller no preparado para intemperie", cuando en realidad era necesario "un cable tipo syntenax con triple aislación" que estuviera "dentro de un caño estanco a prueba de agua".
"El cable está solo aislado con una cinta aisladora que no soporta agua y menos agua salada. El cable conducía corriente alterna de 110 V y aparentemente no tenía disyuntor diferencial. Debería haber sido una instalación de baja tensión en 12 V, con transformador de doble aislación y disyuntor (se usan en la iluminación de las piletas de natación que tienen agua dulce de baja conductividad eléctrica) en lugar de usar corriente alterna 110 V", aclararon los especialistas en el informe, al mismo tiempo que destacaron que la escalera usada para tirarse al agua era de un material conductor, y no de plástico.
Pericia del cable que electrocutó a Melina Caputo
El cable que electrocutó a Caputo estaba ubicado debajo del deck de madera por el que caminaban las personas, y contaba con una precaria aislación térmica, lo que llevó a que hiciera una descarga justo en el momento en que la adolescente subía por la escalera de metal que iba hacia el muelle. En ese momento, uno de sus hermanos también recibió una descarga, aunque el impacto fue mucho menor y pudo salvarse.
Sin embargo, la joven no corrió con la misma suerte, y como en el complejo no contaban con médicos para hacer reanimación, fue llevada de urgencia a una salita de primeros auxilios donde un turista italiano le hizo Reanimación cardiopulmonar. Acompañada únicamente de uno de sus hermanos, y sin reaccionar, la joven fue la trasladada en ambulancia a otro centro médico, en el que finalmente corroboraron su fallecimiento.
El peligro de vacacionar en hoteles no controlados
"La política del hotel fue desentenderse del tema de Melina y el viceministro de Turismo de República Dominicana, Fausto Fernández, dijo que entendía a la familia, pero que lo que había pasado era responsabilidad suya", sostuvo la abogada Fangano, quien además dijo a este portal que ahora peleara por demostrar que hubo una cadena de responsabilidades en la muerte de la adolescente, ya que existe también una obligación de controlar los hoteles que el Estado Dominicano habilita."El viceministro primero debió darle el pésame a la familia argentina, segundo explicar como existen hoteles habilitados cuyas irregularidades llevaron a la muerte de Melina y a la electrocucion de los hermanos, primos y turistas que intentaron ayudar, y también la demora y falta de asistencia médica en el lugar. Quien debe controlar los hoteles que se habilitan es el Estado Dominicano, no la cadena hotelera o comerciante. No se puede delegar la seguridad del turista en un comerciante hotelero", manifestó la letrada.
Sobre esto, sumó que la falta de control lleva a que en el país se habiliten instalaciones en precarias condiciones, que luego ponen en riesgo la vida de los que eligen los hoteles sin saber en qué condiciones están las cosas. "Fue una muerte evitable la de Melina, y a la fecha, el hotel continúa con electricidad mediante esa red temeraria de iluminación al agua, que es un riesgo potencial a la vida de las personas", cerró Fangano.