Integrante de una de las familias más aristocráticas de Argentina, dueño de la empresa de azúcar más importante del país, y abogado prestigioso que hasta su último día de vida no pagó ni un solo minuto de la condena por los 23 delitos de Lesa Humanidad que cometió en la última dictadura militar. Este lunes Carlos Pedro Blaquier murió impune. Tenía 95 años.
El empresario que mantuvo un patrimonio de US$ 490 millones, fue procesado en el 2012 por secuestros ocurridos en 1976 en Ledesma en Jujuy durante las privaciones de libertad ejecutadas por los militares en las “Noches del apagón”. Según la investigación, Blaquier estuvo a cargo de los camiones que se utilizaron para el secuestro de los civiles, y de prestar la empresa para efectuar las torturas. No obstante, también estuvo imputado con las mismas causas Alberto Lemos, el ex administrador del ingenio de la empresa.
Sin embargo, gracias a sus contactos con los miembros de la Justicia, Blaquier pudo pasar toda su vida impune de los delitos cometidos. En el 2015, la Cámara Federal de Casación Penal revocó dicho procesamiento y cerró la causa durante seis años. En el 2021 tres jueces de la Corte Suprema firmaron un fallo que aseguraba que Casación había ayudado a obstaculizar dicha causa.
Luego de dicha resolución, se pidió que Blaquier fuera elevado a juicio, pero en el 2022 el Tribunal Oral Federal de Jujuy constató que no estaba en condiciones de afrontar las audiencias pese a su mal estado de salud. Por este motivo, dicho juicio no se completó ni se firmó una sentencia legal.
Blaquier estuvo internado el último mes en una clínica de Buenos Aires debido al deterioro de su salud. Por esta razón, y tras 50 años de dirigir el directorio de la empresa, quien se hace cargo actualmente de su cargo es su hijo Carlos Herminio Blaquier.
“La gestión de Carlos Pedro Blaquier se destacó por tres aspectos emblemáticos: el crecimiento de la producción, la diversificación integral del negocio y el compromiso con la comunidad. Así, durante el período en el que presidió la empresa, Ledesma duplicó su producción de azúcar, cuadriplicó la producción de papel y aumentó la producción de alcohol de 21,2 millones a 70 millones de litros, de los cuales 60 millones se destinan a la producción de etanol”, escribieron desde la empresa.