Ramona Medina, delegada de la organización social La Poderosa y la principal denunciante del agravamiento de la situación sanitaria en el Barrio 31, murió hoy a causa del coronavirus.
Había sido internada la semana pasada luego de manifestar síntomas. Su cuadro se complicó ya que era diabética e insulinodependiente.
Después de que se le presentara el cuadro, también dieron positivos de coronavirus su marido, hijas, cuñados y una sobrina, quienes tuvieron que ser hospitalizados.
"Nos mataron a Ramona. Apretando los dientes, golpeando el teclado, mordiendo la rabia y escupiendo lágrimas, nos toca escribir ahora esta mierda, para gritar todo eso que Ramona ya gritó. No vamos a parar, ¡hasta que paguen los responsables! NO PODEMOS MÁS", publicó La Garganta Poderosa en su cuenta de Twitter.
Las denuncias
A principios de mayo, Medina había aparecido en varios medios describiendo cómo el hacinamiento y la falta de agua en el Barrio 31 favorecía la transmisión de coronavirus."Ocho días sin agua y nos piden que nos higienicemos. ¿Cómo pretenden que no salgamos a la calle si yo tengo que salir todos los días a comprar agua?", escribió en Facebook. "Ya no sé de qué manera pedirle a este Gobierno una solución para esta situación, porque no se puede vivir más en estas condiciones".
Ramona y su marido trabajaban como gestores de trámites para personas con discapacidad, coordinando sus traslados a escuelas y centros de terapia. La pandemia los forzó a frenar.
Junto a ellos vivían sus hijas -una de ellas discapacitada- su cuñada de 62 años, su cuñado de 68, su sobrino con problemas cardíacos y su sobrina diabética.
Hace cuatro años esperaban ser relocalizados a nuevas unidades habitacionales construidas por el gobierno de la Ciudad pero la mudanza nunca se materializó.