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Murió el escritor Imre Kertész, premio Nobel 2002 y sobreviviente de Auschwitz

Uno de los escritores esenciales para comprender el holocausto falleció hoy en su casa de Budapest, Hungría. Tenía 86 años y en su adolescencia había pasado por dos campos de concentración.

31 Marzo de 2016 09:41
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Imre Kertész no podía ni quería separar su condición de escritor de la de sobreviviente de Buchenwald y de Auschwitz. Su paso por estos dos campos de concentración fue esencial en su obra. Su obra, a su vez, es esencial en la literatura contemporánea. Kertész, un escritor gigantesco, murió hoy a los 86 años en su casa de Budapest, Hungría. 

Entre 1960 y 1973, Kertesz trabajó en su novela más famosa, Sin destino, que finalmente se editó en 1975. El eje de la novela es historia de un adolescente de 15 años llamado György Köves que enfrenta cada día el desafío cotidiano de sobrevivir en un campo de concentración. No hay lamentaciones ni dramatismo en el relato de György: lo que hay es un eminente sentido práctico. Lo que le preocupa al protagonista no es la reflexión filosófica ni la indagación sobre el mal sino lo que puede hacer para llegar al día siguiente. Cuando finalmente regresa a su casa, descubre que es el único de su familia que ha logrado sobrevivir al holocausto. 

  

Imre Kertész dedicó su obra literaria a hablar del holocausto.

En su discurso de aceptación del Nobel en 2002,Kertész  explicó algunas de las claves de su literatura, indisolublemente ligadas a la experiencia que le tocó vivir. . 

 "Suele decirse sobre mí, a veces como elogio y a veces como crítica, que soy un escritor del Holocausto. No tengo nada en contra. Por qué iba a negarme a ocupar ese lugar que se me reserva en los anaqueles de las bibliotecas? ¿Qué escritor no es hoy un escritor del Holocausto?"

" El verdadero problema de Auschwitz es que ocurrió.

"Nos queda reflexionar cómo salimos de aquí. El problema de Auschwitz no está en que pongamos un punto final o no; en que lo recordemos o lo archivemos en un lugar concreto de la historia ni en que construyamos monumentos para los millones de víctimas. El verdadero problema de Auschwitz es qué ocurrió, y es algo que no podemos cambiar ni con la mejor ni con la peor voluntad".

"Cuando me confronto con el efecto traumático de Auschwitz, me tropiezo con las cuestiones fundamentales relacionadas con la capacidad de vivir y la fuerza creativa de los contemporáneos."

"No conozco ningún arte realmente bueno y auténtico en el que no perciba una quiebra semejante, como si mirara hacia una noche reventada por pesadillas y se andara sin rumbo en el mundo".

"De cualquier modo, lo que encontró su expresión en la 'solución final' y en los universos de los campos de concentración no puede ser malinterpretado y la única posibilidad de sobrevivir es la de reconocer ese punto cero"

"El asco y la depresión con que me levantaba todas las mañanas (en la Hungría estalinista) me ponían de inmediato a tono con el mundo que quería describir".

Además de Sin destino, entre sus obras más importantes se encuentran Fiasco, Kaddish por el hijo no nacido, Liquidación y Diario de la galera. Kertész Había regresado a Budapest desde Berlín, en 2012 y llevaba años padeciendo el Mal de Parkinson. A su muerte, según informa un cable de la agencia DPA, Kertész trabajaba en la edición de su diario escrito entre 1991 y 2001, que se publicará con el título La última posada.

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