18 Septiembre de 2015 15:54
Esta es la frase con que pasó a la historia: “Yo, el suscrito, comandante de todas las fuerzas argentinas de tierra, mar y aire en las islas Falkland, Mario Benjamín Menéndez, me rindo ante el mayor general JJ Moore, en su carácter de representante del Gobierno de Su Majestad Británica”.
Así empezaba el documento que el gobernador militar de Las Malvinas -fallecido hoy a los 85 años- leyó para confirmar la rendición a la aventura de las Malvinas, el 14 de junio de 1982.
Fue el peón de Leopoldo Galtieri en esa experiencia fallida de 74 días y 649 muertos, una cifra que sigue creciendo por los suicidios de una generación de soldados con traumas mal tratados.
represor de carrera
Había nacido el 3 de abril de 1930 en Chañar Ladeado (Santa Fe). Antes de la guerra fue un coronel que sirvió en la Brigada de Infantería de Monte V, además de participar como jefe de estado mayor operacional en Famaillá en el “Operativo Independencia”, la campaña que María Estela Martínez de Perón emprendió contra el ERP en Tucumán.
Estuvo involucrado en el Operativo Independencia.
Menéndez llegó a liderar las operaciones de la dictadura sobre el terreno gracias a su rol de asesor presidencial en cuestiones de diplomacia extranjera y presupuesto militar.
El desembarco fue el 2 de abril de 1982. Un día después, cuando Menéndez cumplía 52 años, Margaret Thatcher anunció el contraataque.
Criticado por su “campaña de desgaste”.
Su plan de pelear contra los británicos en una campaña de desgaste, desde posiciones defensivas fijas, fue criticado por numerosos especialistas.
“un inútil emperifollado”
La historia oficial dice que el 14 de junio, cuando Galtieri le exigió redoblar sus esfuerzos en un contexto desesperante, Menéndez se quebró: "No puedo pedir más a mis tropas, después de todo por lo que han pasado... no tenemos la capacidad para retirarnos a las alturas... no tenemos ninguna habitación, no tenemos medios, no tenemos apoyo..." Era el final.
Con Galtieri, una relación tensa.
El año pasado, Martín Balza (ex combatiente y ex Jefe del Ejército) le dijo a Radio Del Plata que “Menéndez es un inútil emperifollado, un biotipo de oficina, y carecía de las mínimas actitudes de mando. Impartió órdenes que no fueron cumplidas. Se paseaba con prendas civiles, y con un mando que nunca ejerció”.
Para ilustrar sobre la improvisación con la que se llevó el conflicto, Balza dijo que Menéndez llevó a las islas un auto particular, un Ford Falcon. “No sé si lo usó, pero sí lo usó el general inglés Jeremy Moore, y me lo contó en Londres”.