24 Diciembre de 2024 13:18
La Navidad es un tiempo de paz y felicidad, no importa en qué rincón del mundo se festeje. Sin embargo, cada país tiene sus particularidades a la hora de celebrar la llegada de Papá Noel.
Noruega
En Noruega, por ejemplo, sus habitantes asocian esta celebración con la luz de las velas y el fuego en un rincón de la casa, habida cuenta del intenso frío que por esa época suele hacer en los países nórdicos.
Para la decoración de los hogares no pueden faltar las canastas trenzadas, las coronas de tallo de lino y las figuras de duendes con base de piña o nueces, en tanto que en la mesa navideña son un clásico los recipientes de arroz, en los que se acostumbra esconder una almendra que llenará de buenos augurios a aquel comensal que la encuentre.
Salmón, bacalao, albóndigas de carne, paté de reno con arándanos y crema de bayas son algunas de las delicias que suelen comer los noruegos, siempre con abundante cerveza y akevitt -aguardiente noruego. Tras la cena, se ilumina el árbol de Navidad y los niños aguardan la llegada del julenisse, duende navideño que en Nochebuena se transforma en Papa Noel.
Australia
En Australia las temperaturas están más cerca de las nuestras y distan mucho del frío nórdico -oscilan entre los 25 y los 38 grados-, pero eso no impide que las Navidades cuenten con el glamour de las grandes ciudades del mundo como París, Londres o Nueva York.
Los parques y estadios deportivos de todo el país suelen teñirse de los clásicos "Villancicos a la luz de la vela" en los días previos. También son habituales los picnics en parques, jardines y playas, y el menú navideño se compone de mariscos, jamón dulce, ensaladas, carne fría y budín.
Italia
Las familias italianas se concentran para la tradicional cenone (la gran cena), para comer las clásicas pastas rellenas en caldo de capón, espaguetis con almejas, anguilas, verdura y turrón. Esa noche, como sucede en todo el mundo, los niños esperan la visita de Papá Noel, pero también reciben los regalos que el 5 de enero reparte una bruja buena llamada Befana.
En la Nochevieja italiana, las lentejas sustituyen a las uvas (implementadas en España) para atraer la buena suerte en el Nuevo Año, en tanto que otras tradiciones populares son la de regalar lencería roja y la de arrojar los trastos viejos por la ventana como símbolo de un pasado "finito" (ésta última principalmente en Roma y Nápoles).
Alemania
En Alemania, los niños reciben la llegada de un "madrugador" San Nicolás la noche del 5 al 6 de diciembre, pero recién el 24 a la noche, tras encender las luces del árbol y cantar los correspondientes villancicos, los presentes son abiertos.
Las casas lucen ramas de Santa Bárbara, musgo y nueces pintadas, y en las mesas abunda el ganso relleno de manzanas, carne de cerdo asada y ron. En tanto, el último día del año el gran protagonista es San Silvestre, que ostentó el Papado de la Iglesia en el siglo IV. En su honor se bebe mucho y se lanzan fuegos de artificio para ahuyentar los malos espíritus.
Rusia
En Rusia, el calendario de la Iglesia Ortodoxa obliga a postergar unos días las celebraciones. La cena de Nochebuena tiene la particularidad de estar integrada por doce platos, uno por cada uno de los apóstoles que acompañaban a Jesús, y el plato estrella de las Navidades es el pescado con sopa de remolacha.
Para Fin de Año, los niños reciben la visita del Abuelo de Hielo, también conocido como Maroz. Parecido a Papá Noel -luce una gran barba blanca y viste ropa roja y botas negras- viaja junto a su ayudante Niña de Nieve repartiendo juguetes, pasteles de jengibre y Matriuskas (muñecas rusas que contienen dentro de sí muñecas más pequeñas) entre los niños.
México
En México, los festejos navideños arrancan el 16 de diciembre con las Posadas - representación de la penuria que pasaron San José y la Virgen para encontrar posada en su viaje a Belén. Hasta la Nochebuena, las familias que respetan más la tradición se turnan cada noche para celebrar una posada en su casa.
Tras la representación, los niños rompen una piñata que representa al Diablo llena de naranjas, mandarinas, caña de azúcar y maní. La noche de Año Nuevo se celebra la Misa del Gallo, donde se acostumbra barrer la casa para que la suerte entre limpia.
Brasil
Como no podía ser de otra manera, la arena y el mar juegan un papel preponderante a la hora de celebrar la Navidad en Brasil. En las célebres playas de Ipanema y Copacabana el cielo suele iluminarse con los fuegos artificiales, mientras las filhas do santo (sacerdotisas africanas) encienden velas y lanzan al mar pequeños barcos llenos de flores y regalos.
Si la marea se los lleva es un buen presagio para ellos, porque significa que Yemanjá, la Diosa de los Mares a la que también se le rinde culto en Salvador de Bahía, bendice el nuevo año.
Japón
Con la llegada de diciembre, los japoneses se apresuran a saldar cuentas, limpiar sus casas e incluso renovar el vestuario como símbolo de la entrada del Nuevo Año. El 31 de diciembre se celebra el Omisoka o "Gran Día Final del año", donde después de hacer una limpieza especial de la casa se degustan las tradicionales tazas de fideos, símbolo de la longevidad. Cuando las doce campanadas de los templos señalan la llegada del Nuevo Año, los nipones se acercan al santuario sintoísta más cercano. Las celebraciones de Fin de Año en el Lejano Oriente suelen concluir hacia el 4 de enero.
Gran Bretaña
Para los británicos, el muérdago es un ícono de la Navidad, ya que se considera que la rama de esta planta protege contra los males y trae la suerte a los hogares. La tradición es pararse debajo de una rama de muérdago y besar a la persona que se tiene enfrente, como símbolo de buen augurio.
Estados Unidos
Si por algo se distinguen los Estados Unidos es su capacidad para montar shows, y eso es un poco lo que ocurre para Navidad en el centro de Manhattan, con los enormes árboles del Rockefeller Center y los espectáculos del Radio City Music Hall y de todo Broadway.
India
En la India, el 25 de diciembre es una fiesta nacional, y los más de 20 millones de cristianos que viven en el país celebran la Navidad según las costumbres occidentales. El Año Nuevo, sin embargo, se celebra el 20 de abril, según el calendario lunar hindú, con grandes hogueras y baños rituales. Ese día millones de peregrinos se bañan en el Ganges o en pozos y estanques considerados sagrados. Pero la festividad hindú, con una estética más cercana a la Navidad, y salvando las diferencias espirituales, es el Diwali. Durante dicha celebración se adora a Lakshmi, diosa de la riqueza y la prosperidad, y amigos y parientes se reúnen para jugar a las cartas e intercambiar regalos.