Una pareja de adultos mayores del barrio porteño de Colegiales vivió una pesadilla el último fin de semana, cuando un cuidador asignado por la empresa Beta Home Care y al servicio de la Obra Social de Empleados de Comercio (OSECAC), que se encargaba de cuidar a la paciente Lucía de 88 años drogó con un somnífero a su pareja Hugo de 86 y luego se robó el dinero de su jubilación y un crédito que había sacado recientemente, para hacerse cargo de todos los gastos de su mujer, los cuales son ignorados desde hace meses por parte de su cobertura. "Había sacado un crédito porque la situación de mi mamá es realmente muy difícil. Tiene una jubilación mínima y la de mi padre es sólo un poco mejor", detalló su familia.
"Mi mamá tiene un diagnóstico de Parkinson y demencia ya hace unos años y la internación domiciliaria la tiene desde mayo. OSECAC le da cuidadores. Tenemos una que viene de lunes a viernes de 10 a 18, y otra los fines de semana con el mismo horario", relató Luciana ante BigBang. "El viernes me me avisan que la cuidadora del sábado no podía venir, y Beta Home Care me dice que ellos consiguen un cuidador efectivo para todos los fines de semana, pero a partir del próximo. Y que este tenían que poner a alguien eventual", añadió.
"No conseguían a nadie. Pasó todo el sábado con mi mamá sin cuidadora y consiguen, a última hora, uno para el domingo. Me pasan los datos, yo no estaba en Buenos Aires y acepté, porque no quería que estuviera sólo mi papá con mi mamá, con la dificultad para alimentarla y cambiarla", continuó la hija de la pareja. "Fue este señor, mi papá salió para hacer una compra, y me llamó a las 15 y me dijo que cuando volvió no se sentía bien, se sentía muy cansado, como que no llegaba, que se dormía, y cuando llegó este señor le dio un vaso de agua, y desde ahí no se acuerda más de nada", agregó.
"Ahí me dijo que no estaba más este hombre, que él recién se había despertado y que un dinero que él tenía no estaba. Llamamos a la Policía, hicimos la denuncia, vino la Policía Científica para ver todo el tema de qué le pusieron, porque él durmió profundamente hasta el lunes a la mañana", describió Luciana. Enseguida, se puso en contacto con la gente de Beta Home Care, con oficinas en el barrio porteño de Flores y la localidad bonaerense de Ciudadela del Municipio de Tres de Febrero.
"Pidieron disculpas y nada más", sumó sobre la respuesta de Beta Home Care, todavía golpeada por el peligro que atravesó su padre, quien se levantó horas después de ser drogado. El ladrón, según averiguó la Policía de la Ciudad, habría utilizado un documento de identidad falso para conseguir la oportunidad de ser cuidador, aunque desde la empresa que cuenta con el Dr. Roberto Vicente Mariani como director médico, no se hicieron cargo de esto.
"La Policía me dijo que el documento es trucho, porque la empresa te manda una foto. De alguna manera desde Beta Home Care me dijeron que yo acepté y me echaron la culpa. Lo hice porque suponía que habían comprobado los datos de esta persona.", indicó Luciana sobre el desentendimiento de la firma en relación al "profesional" que había mentido en su identidad. Una acción y omisión que puso en peligro la vida de Hugo y Lucía.
Por otro lado, la firma todavía se hace cargo con otras cuidadoras de la mujer mayor. Y lo hace muy por debajo de lo que debería ser, en términos salariales. Mientras que según el nomenclador los cuidadores deberían cobrar 3.100 pesos por hora, a quienes realizan la tarea les pagan solamente 2.000.
A partir de esta realidad es que la hija de la pareja decidió avanzar en la Justicia tanto en el foro penal como en el civil, aunque también apuntará contra OSECAC, desde donde, además, niegan la atención que su madre merece de acuerdo a la ley. "No se hacen cargo de los pañales y sólo mandan una cajita con alcohol, gasas y desinfectante", señaló Luciana.
"La internación que tuvo entre abril y mayo, que de ahí es que surge la domiciliaria, fue un desastre. El lugar lo llamaba el "sanatorio del horror". Era terrible", recordó Luciana. Además remarcó que en el caso de sus padres "necesitaría una cuidadora más para la noche", para que su padre "pueda descansar un poco mejor". "Y no te lo dan, cuando por ley te lo tienen que dar. Inclusive, con certificado de discapacidad, no te lo dan. A no ser que hagas un amparo", protestó.
"Yo creo que Beta Home Care no va a responder y va a cerrar", lamentó la hija de los adultos mayores agredidos. "Pero OSECAC tiene que hacerlo, que es la que pone las empresas. Porque después te tendrían que mandar kinesiólogo y hace un mes que no lo hacen. Te dicen que no tienen. Pero en realidad les pagan muy por debajo de los honorarios y no ponen licenciados, sino técnicos", denunció.
Luego de este desentendimiento explícito de la firma, llama la atención las frases que ponen en el sitio web de Beta Home Care. "Todo el equipo que conforma Beta Home Care trabaja día a día para mejorar la calidad de vida de todos nuestros pacientes. Esforzándonos al máximo y sabiendo que estamos al cuidado del bien más valioso, la vida", aseguran en nombre de Mariani.
También hay otra a nombre del coordinador general Diego Damian Bellini. "Todos nuestros esfuerzos están centrados en que cada día el paciente tenga la atención y el cuidado que necesita, conformando equipos de trabajo confiables y de calidad", afirman, en un claro contrasentido con la historia de Hugo y Lucía.
"Lo podría haber matado tranquilamente", cuestionó Luciana en relación al falso cuidador que mandó Beta Home Care, y sumó que su padre "podría haber tenido un accidente cuando salió a la calle". Hoy celebra que sus padres están bien y sabe que depende de que la Justicia vaya a fondo para juzgar a los responsables del daño físico y también emocional que causó este criminal, del cual no se hacen cargo quienes lo contrataron.