“Celebremos la vida, somos sobrevivientes”. Esa fue la frase con la que Jakson Follmann, el arquero suplente del Chapecoense que debió ser amputado, intentó consolar a Helio Neto, el delantero del equipo brasileño que también logró salir con vida del fatídico accidente aéreo en Colombia.
Neto y Follmann, dos de los sobrevivientes, se encontraron en el hospital.
Follmann fue uno de los primeros sobrevivientes en salir del coma y, en consecuencia, en recibir las desgarradoras noticias de lo que le había sucedido: el vuelo de Lamia que lo llevaba junto a todos sus compañeros a Medellín para jugar el partido de ida por la final de la Sudamericana se había estrellado. Sólo seis de los 77 pasajeros que iban a bordo lograron salir con vida y él era uno de ellos.
La imagen más desgarradora: rescatistas recuperan los cuerpos de las 71 víctimas fatales.
Pero la realidad de Neto fue otra. El defensor de 31 años permaneció nueve días en coma y recién recibió ayer la noticia de lo que le había sucedido. Es que, luego de que le retiraran el respirador artificial, el futbolista sólo podía pensar en una cosa: “¿Cómo salió el partido?”.
Por miedo a que un shock emocional complicara su delicado cuadro de salud, sus familiares y médicos prefirieron ocultarle la verdad y le dijeron que el vuelo había sufrido un “aterrizaje de urgencia”, pero que se habían consagrado campeones.
Neto permaneció en coma y estuvo delicado por una infección pulmonar.
La insistencia de Neto por saber qué es lo que había sucedido y sus constantes preguntas hicieron que se quebrara hasta su mujer. “Era muy molesto para la familia, especialmente para su esposa. Por eso, con el psicólogo del hospital decidimos contarle la verdad”, confesó Carlos Mendoca, el médico del equipo que viajó a Colombia para acompañar la recuperación de los únicos tres jugadores que sobrevivieron.
Jakson sufrió dos amputaciones en su pierna derecha. No podrá volver a jugar.
“Yo sabía que la noche antes de viajar él soló que el avión se caía. Se despertó angustiado y llegó a pensar en no viajar. Por eso me aferré a eso para decirle: 'Neto, no fue un sueño. ¡Sucedió!'”, detalló Mendoca.
¿Cómo reaccionó el defensor? “Se quebró. Lloró. Preguntó por absolutamente todos sus compañeros y me pidió detalles de lo que había sucedido”, agregó el médico. “Va a llorar y va a sufrir como todos nosotros. Es parte del duelo”.
Hubo sólo seis sobrevivientes, tres eran miembros del equipo que iba a jugar la final.
El desconsuelo del jugador conmovió a las autoridades del hospital, quienes aprobaron un encuentro con
Follmann, quien en las últimas horas recibió el alta y fue trasladado a Brasil.
“Lo llevé
Jakson
a la habitación en la que se encuentra
Neto
. Abrimos la cortina. Fue emocionante. Le dijo: 'Celebremos la vida. Estamos vivos. Somos sobrevivientes'”.