La altísima demanda de vacunas contra el coronavirus, algo totalmente esperado por la cantidad de personas que han perdido la vida en el último año a causa del virus, provocó que la capacidad productiva de los diversos laboratorios del mundo se viera sumamente restringida y que muchos de ellos no pudieran cumplir con los compromisos acordados con los diferentes países.
En la Argentina se critica que las dosis que arribaron al país no son suficientes para enfrentar la segunda ola de Covid-19 que está próxima a venir, aunque la realidad es que la falta de vacunas se siente en casi todo el mundo.
Más allá de que la demanda es enorme, sucede también que las grandes naciones realizaron compras de dosis por cantidades que superan su población y utilizan su poder de presión para obtener las vacunas por encima de otros. Según los números que trascendieron, sucede que sólo 18 países han recibido el 88% de las vacunas que se han distribuido hasta ahora.
Aún así, grandes potencias se encuentran en situaciones complejas, como es el caso de Alemania, que recientemente reconoció que la tercera ola en Europa es inevitable debido a la escasez de vacunas.
Leer más | Cómo se aplica el modelo canadiense que el Gobierno analiza para desalentar viajes al exterior
Por su parte, España analiza replicar la dinámica del Reino Unido de vacunar a más personas con una sola dosis que a menos con dos.Además, la falta de insumos obligó al país a tener que frenar las primeras dosis en personas de 80 años para garantizar las segundas a los mayores de 90.
Por su parte, Dinamarca, Hungría y Polonia están saltando la negociación europea para realizar gestiones con China y Rusia, con el fin de adquirir sus vacunas debido a la escasez y la lentitud en la distribución de dosis.
De igual modo, en una carta publicada el miércoles en los medios, el servicio de salud pública de Inglaterra advirtió a los centros de vacunación acerca de una "reducción significativa" de los suministros semanales a partir del 29 de marzo y durante un mes.
Esta semana Paraguay también manifestó su “insatisfacción” por la tardía llegada de vacunas que el COVAX le había prometido.
A su vez, ante la falta de dosis, Uruguay se vio obligado a frenar las primeras dosis en personas de 80 años para garantizar las segundas a los mayores de 90.
En ese complejo contexto, Argentina logró distribuir 3.843.565 de vacunas y aplicar 2.939.364 hasta el 18 de marzo, fecha en que también llegaron 330.000 dosis de Sputnik V.