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"No he cometido tal atropello", dijo uno de los acusados de matar a las mochileras

El testimonio lo reveló el padre de Eduardo Rodríguez, uno de los detenidos por el crimen de las jóvenes mendocinas, en diálogo con el diario La Nación.

04 Marzo de 2016 08:49
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El padre de Eduardo Rodríguez, uno de los detenidos por el crimen de las dos mochileras argentinas, contó lo que habló con su hijo. 

Aurelio, según cita la nota publicada en diario La Nación, apunta al otro detenido en la causa, Segundo Mina Ponce y explica que Eduardo confió en él por ser “el encargado de seguridad de Montañita”.

La familia movilizada por Rodríguez. “Es inocente”, aseguran.  Foto: La Nación.

“Vi completa sinceridad en él”, sostuvo Aurelio con emoción  y contó que solicitó verlo en la unidad penitenciaria donde está detenido para para pedirle que le diga la verdad sobre lo que le sucedió a las mendocinas Marina Menegazzo y María José Coni. “Papá, yo le juro ante mi Señor que no he cometido tal atropello”, fue la frase con la que el  acusado inició la conversación. 

“Papá, yo le juro ante mi Señor que no he cometido tal atropello

Aurelio contó que el pensamiento siguiente a escuchar a su hijo fue “Gracias, mi señor”. El encuentro se dio el domingo y al día siguiente Alberto Segundo Mina Ponce sostuvo ante la fiscalía que él fue quién cometió los crímenes. 

Eduardo Rodríguez y Segundo Mina Ponce, los detenidos.

La familia de Rodríguez vive en Río Chico, un pueblo de unos 400 habitantes, y en su mayoría trabajan en Montañita. 

Muchos sostienen que Rodríguez es inocente. Según sostiene La Nación, los vecinos se reunen en un centro comunitario, donde, mediante un bingo, juntan dinero para pagar los servicios del abogado que representa al detenido.

ACUSACIÓN CRUZADA

La familia Rodríguez apunta contra Mina Ponce, el otro detenido. “El se confió en que el señor era guardia de seguridad de toda la comunidad. La jóvenes le pidieron ayuda y mi hijo las llevó a la casa de esta persona, sin esperar nada malo”, sostuvo.

“El se confió en que el señor (Mina Ponce) era guardia de seguridad de toda la comunidad. La jóvenes le pidieron ayuda y mi hijo las llevó a la casa de esta persona, sin esperar nada malo

Este relato termina con el detalle de que el detenido volvió a la casa, saludó a su esposa y se acostó a dormir. Al día siguiente preparó el desayuno y nadie notó nada extraño en él. Ahora, mientras Rodríguez permanece detenido con prisión preventiva, los tres hijos de éste preguntan por él.   

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