“Yo no tengo idea” y “No tengo la más remota idea”. En menos de seis minutos, Jorge Ossona, también conocido como el profe Ossona, quedó en ridículo durante una discusión sobre la pobreza en Argentina, con el dirigente social Juan Grabois. La secuencia ocurrió durante el programa Trama del Poder, en LN+. Y cada vez que la conductora Laura Di Marco le pedía ayuda a Ossona, él no sabía qué responder.
Por supuesto, la discusión se viralizó en redes sociales y fue compartida por miles de tuiteros. El debate del programa estaba puesto en los cuestionamientos por parte de la conductora al Gobierno nacional por el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio durante la pandemia de coronavirus; el cierre de pymes, la pobreza, la pérdida de puestos de trabajo y la inflación.
Mientras Di Marco lanzaba datos sin dar cifras, ni nombres, Grabois la cuestionaba con datos. Como la periodista no sabía qué decir, acudió en varias oportunidades a Ossona. Pero la ayuda no sirvió de mucho. Cada vez que pudo, el profesor dejó en claro que no tenía ni idea de lo que estaban hablando. Si no lo aclaraban, la escena podría haber formado, tranquilamente, del sketch Hablemos sin saber, del programa Sin Codificar.
Sin dudas, el momento más épico del programa fue cuando Grabois les recomendó a Di Marco y a Ossona que vuelvan a la escuela:
Grabois: ¿Cuántos empleos privados se perdieron en la pandemia?
Di Marco: Muchos... Un montón. Te lo está diciendo el doctor profe Ossona.
Grabois: ¿Cuántos? Si no sabés, no digas lo que no sabés.
Di Marco: ¿Y vos de dónde sacás los datos, Juan?
Grabois: Del SIPA.
Di Marco: ¿Qué es el SIPA, doctor profesor Ossona?
Ossona; No tengo la más remota menor idea.
Grabois: Bueno, vayan a estudiar... ¡´Especialista en pobreza´ y no sabe lo que es el SIPA!
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Para que el profe Ossona pueda sacarse las dudas, BigBang le cuenta que SIPA son las siglas de Sistema Integrado Previsional Argentino. El SIPA es el único sistema responsable de las jubilaciones en Argentina; y funciona tras la eliminación de las AFJP (Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones).
Ahora la gran pregunta: ¿Quién es el Profe Ossona? Según él mismo se presenta en sus notas es Historiador y profesor de Historia Económica y Social argentina e investigador de la facultad de Ciencias Económicas de la UBA. Durante las últimas horas y a raíz de su repentina fama, varios usuarios de Twitter lo reconocieron como un antiguo profesor en el ENAM de Banfield.
Por otra parte, Ossona es el autor del libro “Punteros, malandras y porongas: Ocupación de tierras y usos políticos de la pobreza”, en el que hace un supuesto análisis de los manejos de ciertas organizaciones sociales en el Conurbano Bonaerense. Por ese motivo, los programas de LN+ y de otro medios de comunicación afines al ex presidente Mauricio Macri, los suelen llamar para que brinde su opinión como “experto en pobreza”. Por otra parte, el profe es miembro del Club Político Argentino.
Esa organización está conformada por escritores y periodistas que apoyaron a Macri durante su presidencia y cuenta con la presencia de Graciela Fernández Meijide entre sus vocales, y que también fue nombrada presidenta honoraria. El club tiene como presidente a Ricardo Mazzorín y como vice Sabrina Ajmechet. Aunque Ossona no tiene cargos en la comisión directiva, es un miembro activo. En los posteos del club hay una clara tendencia opositora, signada por críticas al gobierno de Alberto Fernández.
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En cuanto a Ossona, cada vez que es entrevistado también se presenta como “especialista en el Gran Buenos Aires”. Un título, por lo menos, llamativo. Hace poco, durante una entrevista, el profe aseguró sin tapujos: “El Gran Buenos Aires simboliza un gran fracaso nacional durante los últimos 50 años”.
Y completó: “El conurbano es lo más parecido a un cementerio de países que ya no existen. Lo que sí existe es este gran conglomerado caótico y a la deriva en donde se concentra el 40% de la pobreza administrada por un Estado bifronte con una cara legal, convencional, regida por el Estado de Derecho, y otra venal, nocturna, donde la ilegalidad constituye sus propios códigos. Por eso no es del todo cierta la pretendida 'ausencia del Estado´ propia de un Estado fallido. Es algo peor: el Estado delictivo encarnado en funcionarios venales”.
Por otra parte, sobre la pobreza en Argentina, Ossona lanzó: “La pobreza es una cantera que paradojalmente les ofrece ventajas electorales a los que invocan su nombre, pero a la que le dejan recursos indispensables sólo para sobrevivir. Es un proceso bastante perverso administrado con altas cuotas de cinismo. Lo que yo denomino pobrismo: la adulación de aquel a quien exploto exaltando sus valores que, en el fondo, son un invento aportado por intelectuales cortesanos que nunca faltan”.
Y agregó, sin dejar de lado los prejuicios: “El ejemplo más emblemático son las ferias de La Salada. La administración de la pobreza se rige mediante sistemas jerárquicos, concéntricos, a la manera de una Mamushka, donde van bajando bienes públicos bajo la forma de subsidios o de zonas liberadas del ejercicio de la ley y en donde se sustancian formas de explotación que producen una riqueza abundante que asciende y se concentra en la corporación dominante, dejándole a los asistidos un saldo marginal”.
Tal vez, esos análisis cargados de preconceptos y discriminación comenzaron hace muchos años, cuando escribió de La larga historia de los saqueos en la Argentina, un compilado de ensayos de Gabriel Di Meglio y Sergio Serulnikov , en donde firmó el texto Los saqueos en Lanús y en Villa Fiorito del 19 de diciembre de 2001.