05 Enero de 2016 20:24
Tras la muerte de Jésica Ustamayta, se intensificaron los controles y se detectaron bares que no cumplen con los requisitos de su habilitación. Gracias a la insistencia del papá de la joven que murió ahogada en la fiesta clandestina en Melchor Romero, que hizo una grave denuncia y apuntó contra el personal de seguridad acusándolo de coimear a la policía local, se inició una amplia investigación.
Jésica Ustamayta murió ahogada en la pileta de una casaquinta.
“Un chico le estaba dando reanimación y le dieron una patada. Y a mi hija también. Estaba con vida. Los sacan a la calle y hacen abandono de persona”, dijo el padre. Un testigo que declaró ante la Justicia dijo haber escuchado que los organizadores pagaron una coima de 20 mil pesos a la policía local para poder realizar del evento.
“Un chico le estaba dando reanimación y le dieron una patada. Y a mi hija también. Estaba con vida. Los sacan a la calle y hacen abandono de persona
Debido a éste caso, inspectores de la municipalidad de La Plata recorrieron la zona y clausuraron y desalojaron, en las últimas 72 horas, otros cuatro bares que no contaban con habilitación para funcionar. Incluso impidieron una fiesta clandestina que se realizaba en una casaquinta de la periferia platense.
La policía en la mira: un testigo dice que se pagó una coima de 20 mil pesos.
La razzia
Los controles se incrementaron en las últimas horas luego de la tragedia de la casaquinta. El 2 de enero último, los agentes municipales clausuraron la cafetería-restaurante La Bodeguita, ubicada en Diagonal 74 N° 1675 de La Plata, ya que la misma no contaba con la habilitación correspondiente, y desalojaron a los asistentes.
Los inspectores se pusieron más duros.
Posteriormente hicieron lo mismo en el bar-resto “Chicha”, ubicado en Diagonal 74 entre 49 y 50, clausuraron y desalojaron también el restaurante ubicado en 11 y 48 N° 1640, por no contar con habilitación municipal.
El 3 de enero los inspectores también clausuraron y desalojaron varias cervecerías. Con respecto a las fiestas clandestinas, la municipalidad platense impidió la realización de una fiesta privada en una casaquinta ubicada en 12 N° 2257 entre 506 y 507, en la periferia platense, donde se habían congregado unas 400 personas y se vendían bebidas alcohólicas.
Miles de jóvenes asisten a lugares de dudosa seguridad.
La municipalidad de La Plata informó que se iniciará un reempadronamiento de bares, boliches, clubes y casas de fiestas, las cuales en su mayoría no cuentan con habilitaciones municipales de acuerdo al relevamiento inicial desarrollado por Control Urbano.