21 Abril de 2016 19:28
Los seis jóvenes que murieron en la fiesta internacional Time Warp en el Complejo Costa Salguero habrían sido víctimas del oscuro negocio de la venta de pastillas de diseño en la noche electrónica porteña. Así, al menos, lo entendió Claudio Izaguirre, presidente de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA): "En una noche se pueden vender entre 1.000 y 2.000 pastillas".
Time Warp, una evento internacional que llegó al país, en medio de la polémica por las seis muertes.
"Cada pastilla cuesta $ 400. Por eso, ningún dealer piensa en desperdiciarla en una 'jarra loca', porque de esa manera el efecto deseado por el vendedor se diluiría con la mezcla de alcohol", explicó. Según los cálculos del especialista, entonces, los narcotraficantes podrían ganar $ 800.000 en una sola noche a costa de la salud de los jóvenes.
Claudio Izaguirre exigió la prohibición de las fiestas electrónicas hasta que mejoren los controles.
En un año, entonces, el negocio podría generar al menos $ 83.200.000 al considerar en promedio dos fiestas por cada semana.
Pero Izaguirre advierte que los narcotraficantes ganarían mucho más: "Este tipo de drogas se fabrican en gran cantidad". Y exige: "¡Quiero saber dónde están las 800.000 pastillas producidas!". Así, el negocio sería de hasta $ 320 millones o US$ 22 millones.
Leandro Espinoza, de 19 años, es uno de los intoxicados que todavía sigue internado en el Hospital Fernández.
Por eso, el presidente de la Asociación Antidrogas pide la inmediata prohibición de las fiestas electrónicas hasta que sean libres de droga: "Le pido al jefe de Gobierno porteño que las cierre hasta que controlen que nadie ofrezca basura a los chicos". Es que las fuerzas de seguridad "actúan después, pero no antes de las tragedias".
Nicolás Becerra, Francisco Bertotti, Bruno Boni, Martín Nazano y Andrés Váldez, de 21, 22, 23, 25 y 26. Nombres y edades de las víctimas fatales. Todos presentaron los mismos síntomas cuando el SAME llegó al amanecer al Complejo de Costa Salguero.
Claudio Izaguirre (AARA) advirtió sobre el negocio de la droga de diseño en las fiestas porteñas.
