09 Septiembre de 2020 07:59
Con más de 27 millones de casos positivos y casi 900 mil muertes, el mundo entero aguarda con expectativa la aprobación de alguna de las seis vacunas contra el Covid-19 que se desarrollan en distintos laboratorios. Sin embargo, un reciente estudio de la Universidad de Oxford reveló un dato llamativo: no todos los hisopados positivos confirman que esa persona esté contagiada, lo que podría suponer para la comunidad científica que la escala de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la salud se encuentra "sobreestimada".
Los especialistas analizaron el método de diagnóstico más común en tiempos de coronavirus: la denominada prueba de PCR, que utiliza químicos que amplifican el material genético del virus para poder estudiarlo. De acuerdo al reporte, el test es tan sensible, que podría incluso detectar fragmentos del virus que ya están muertos.
De acuerdo a los datos manejados a nivel mundial, la mayoría de las personas sólo permanece infectada una semana, por lo que el diagnóstico podría seguir dando positivo por al menos quince días más, sin que necesariamente esa persona sea portadora del virus.
Carl Heneghan, uno de los autores del estudio, propuso que, luego de obtener un resultado (tanto positivo, como negativo), las pruebas para diagnosticar deberían tener un límite que permita identificar las pequeñas cantidades del virus muerto que pueden provocar un falso positivo.
De acuerdo a Heneghan, la detección del virus muerto o viejo podría explicar la segunda ola de infecciones en distintos países del mundo y por qué las hospitalizaciones se mantienen estables. "La infectividad del coronavirus parece disminuir después de una semana", sumó. Esto quiere decir que, luego de siete días, la capacidad del virus de invadir un nuevo organismo y provocar una infección disminuye.La conclusión de los expertos es que, si bien resulta imposible verificar todas las pruebas PCR que se realizan a diario, el número de falsos positivos podría reducirse si se establece un punto de corte al testeo. Esto permitiría ahorrar aislamientos individuales que no son necesarios y daría un diagnóstico más adecuado de la escala de la pandemia.
Una de las medidas que se analizan es dejar cultivar el virus de una muestra, para determinar si sigue o no activo. "Esta revisión corre el riesgo de correlacionar falsamente la dificultad de cultivar Sars-CoV-2 a partir de una muestra de un paciente con la probabilidad de que se propague", explicó el profesor Ben Neuman, de la Universidad de Reading, en diálogo con BBC Mundo.