13 Diciembre de 2015 10:01
El viernes por la tarde, Juliana Awada recorrió las instalaciones de la Quinta de Olivos y se encontró con otra herencia kirchnerista, en este caso estética.
La propiedad en la que vivirá junto a su esposo y flamante presidente, Mauricio Macri, la pequeña Antonia y su otra hija, Valentina, tiene una decoración y una estética que no concuerdan con sus gustos personales ni con los de su familia. Incluso, descubrió algunos problemas de humedad y pintura.
Juliana le cambiará el look y el estilo a la residencia.
El matrimonio presidencial se mudará a la Quinta de Olivos en febrero, una vez que Awada haya llevado a cabo las reformas que hoy tiene en su mente.
La idea general es embellecerla sin que haya lujos ni grandes ostentaciones, tal como lo ordenó Macri, quien buscará que su Gobierno se caracterice por funcionarios cautos y moderados a la hora de mostrar la forma en la que viven. Será un signo distintivo de su gestión y en la que intentará diferenciarse del kirchnerismo.
Durante las conferencias de Cristina se pudo observar el predominio de colores claros.
Ni al Presidente ni a su esposa le gustó la decoración de la quinta. Macri quiere un ambiente familiar, en el que pueda descansar y distenderse tras las extensas jornadas que lo aguardan como jefe de Estado.
La residencia por dentro. Hay sectores que necesitan mantenimiento y restauración.
Según confiaron desde el macrismo, Awada quiere reformas que impregnen calidez en el hogar. Que sea un ámbito de familia, lejos de los protocolos que rodean la envestidura presidencial. Concretamente aspira a que la residencia sea un casa de familia, como lo es el departamento de Palermo en el que actualmente vive junto a Macri y que compraron luego de casarse.
Awada junto a su pequeña hija Antonia en el departamento de Avenida Del Libertador.
Además, la casa necesitará un espacio especial para Antonia, de tan sólo cuatro años. Esta será la primera vez que un Presidente viva en la residencia con un niño, y todo lo que ello conlleva: juguetes y espacios para el esparcimiento.
La sala de conferencia de prensa también será refaccionada.
Según consignó el sitio Infobae, Christian Claret, ex gerente de la Subsecretaría de Relaciones Internacionales e Institucionales del Gobierno porteño, será el mandamás de la residencia presidencial a partir de ahora y estará a cargo de la logística y operatividad de la quinta.
El hombre en cuestión ya tendría a cargo sus primeras tareas: remozar la cancha de tenis de polvo de ladrillo y emprolijar la pequeña cancha de golf.
El camino que conduce a la residencia. La familia Macri vivirá allí los próximos cuatro años.
Los arreglos en Olivos abarcarán otras áreas además de la residencia en sí misma. La sala de conferencias será reacondicionada, como la sala de reuniones de la oficina contigua diseñada para encuentros de gabinete. Por lo pronto, ayer, en su encuentro con Gobernadores, la quinta se dejó ver con las flores amarillas que Cristina Kirchner plantó especialmente para el flamante presidente.