El primer ministro inglés Boris Johnson -quien estuvo internado en terapia intensiva a causa del coronavirus- reveló que el Gobierno tenía preparado un plan de contingencia en caso de que falleciera. 

"Tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo 'muerte de Stalin'", explicó en diálogo con el tabloide británico The Sun, en relación al urgente esquema de transición que se puso en marcha luego de la muerte del líder soviético.

"No estaba en un estado particularmente brillante y sabía que había planes de contingencia en marcha. Los médicos tenían todo tipo de preparativos sobre qué hacer si las cosas salían mal", agregó Johnson. 

Momentos difíciles

El dirigente anunció su contagio el 27 de marzo y, en aquel entonces, sólo presentaba síntomas leves. Sin embargo, poco más de una semana después tuvo que ser internado y luego trasladado a la unidad de cuidados intensivos. Allí, pasó tres días con suministro de oxígeno. 

Su cuadro mejoró y el 12 de abril recibió el alta, aunque admitió que su situación "podría haber ido tanto hacia un lado como hacia el otro". 

Sin embargo, Johnson señaló que nunca pensó que moriría aunque sí se frustró porque su estado no mejoraba. "Tenían razón al obligarme", expresó en relación a los médicos que lo convencieron de acudir al hospital ante su negación sobre la gravedad de su estado. 

En agradecimiento, el premier -quien se convirtió en padre de su quinto hijo la semana pasada- bautizó al niño como Wilfred Lawrie Nicholas en honor a Nicholas Price y Nicholas Hart, dos de los especialistas que lo atendieron.