La variedad a la hora de la intimidad sexual, ya sea en parejas que llevan mucho tiempo juntas o en dos personas que se acaban de conocer, es uno de los elementos más importantes para que el fuego de la pasión no se apague nunca, y para dar rienda suelta a los ratones que hacen de la actividad algo tan físico como mental.
La importancia de esto quedó en evidencia luego de que la consultora Lovehoney Group realizara una encuesta para determinar cuál era el porcentaje de hombres y mujeres que gozaban tener fantasías sexuales, más allá de llevarlas a la práctica o no.
El estudio hecho entre 22.315 individuos dejó como resultado que un 65 por ciento de las personas tiene fantasías, mientras que el 35 restante afirma que no es así en su caso, aunque se desconoce cuántas de estas personas no se animaron a confesar sus deseos más ocultos.
A su vez, la pesquisa expuso que un 61 por ciento de los entrevistados fantasea mientras se masturba y otro 45 sueña con esas experiencias que no se anima a hacer. Más picante aún es saber que una de cada cuatro personas tiene fantasías en su cabeza cuando se acuesta con alguien. Y la misma cantidad de gente vive estas ideas pasionales en momentos del día que no son acordes, como en el trabajo o viajando en transporte público.
"Las fantasías son aquellas ideas, imágenes mentales, historias, o percepciones de la realidad que no son reales y que solo existen en la mente de quien las imagina. Particularmente, las fantasías sexuales son aquellas que tienen contenido erótico, sensual, sexual o de cualquier índole cuya función es despertar o ayudar a aumentar el deseo sexual”, precisó al diario Clarín la sexóloga Ayelén Mobilia, quien además es una psicóloga que pertenece a la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana.
Para la profesional son fundamentales ciertas cuestiones para vivir la sexualidad plenamente, como así también todas las fantasías que pueden desprenderse de los deseos no confesados, y que para lograr esto es necesario tener una relación franca en cuanto a la trasmisión de las ideas nuevas. "Si una persona desea poder vivir su sexualidad plenamente, es imprescindible una comunicación fluida", explicó Mobilia.
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La sexóloga también remarcó que cuestiones como el género, la edad, la cultura y la clase social, son factores fundamentales a la hora de las fantasías que se presentan, y que terminan resolviendo cuáles las personas se permiten cumplir y cuáles no.Además aclaró que las tendencias en cuanto a cuáles son las principales fantasías están atadas al proceso histórico en el cual se desarrollan, evidenciando que no es lo mismo lo que excitaba a la humanidad ahora que hace 100 años.
Según el estudio de Lovehoney Group, el sexo oral es una de las principales fantasías, con un 32 por ciento de los entrevistados contestando favorablemente. En ese listado siguen, con el mismo valor, acostarse con una persona conocida que no sea pareja, mientras que un 28 por ciento de los individuos desea tener relaciones con alguien extraño.
Los tríos y el intercambio de parejas también convocan a la hora de los ratones, ya que un 24 por ciento asegura que es su fantasía principal. Un porcentaje similar disfruta de la idea de las relaciones en lugares públicos, a la vista de todos.
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Un ejemplo de la preponderancia histórica a la hora de elegir lo prohibido, es el 15 por ciento de entrevistados y entrevistadas que confesaron al sexo anal como su principal fantasía. Hace algunas décadas, cuando esa práctica tenía un tabú más grande al respecto, probablemente eran muchas más las personas que la hubieran elegido. Mientras que hoy, con un recorrido más amplio, juguetes y pornografía a un click de distancia, ya no es tan así.Otro estudio realizado entre casi dos mil personas, por la plataforma Ashley Madison, dedicada a las citas para personas en pareja, también expuso que un 94 por ciento de los entrevistados busca novedad, aventura y variedad a la hora de las fantasías, aunque también quieren intimidad, romance y pasión.
Allí también, el 77 por ciento de los encuestados y encuestadas, aseguró que prefiere las fantasías sobre relaciones con muchas personas y parejas a la vez, mientras que un 89 eligió la diversidad sexual, y tener situaciones nuevas y poco comunes.