16 Junio de 2015 16:18
Daniel Osvaldo vive un tiempo de crisis, tanto personal como deportivo. El delantero que decidió volver a Boca a principios de este año para jugar solo seis meses, en los que no rindió a la altura de los esperado, experimentó en paralelo una crisis emocional por la separación sentimental con la actriz Jimena Barón con quien hoy solo comparten a Morrison, el hijo de la pareja.
Las infidelidades, su carácter “machista” y cierto maltrato hacía Barón fueron algunas de las causantes de la ruptura de la pareja. A los pocos días, se conocieron fotos junto a la cantante Militta Bora, quien también en las últimas horas trató de ”prostituta” a Flor Zaccanti, hija del ex jugador de Racing, quien habría revelado relatos hot en la una charla de Whatsapp con el delantero de Boca (al menos hasta el 30 de junio).
Milita Bora, cantante y nueva novia del delantero.
Durante las últimas semanas previas al final del torneo argentino, Osvaldo se ausentó de los entrenamientos, se aisló del mundo Boca y se encerró en el departamento de Puerto Madero, propiedad de un amigo personal, en el que pasa sus horas de depresión bajo un tratamiento psiquiátrico intensivo, con pastillas que intentan mejorar su mal momento anímico.
“Carlitos me lo pidió, quiere jugar conmigo en Boca
Esta información llegó a oídos de los dirigentes del club inglés Southampton, que es dueño del pase de Osvaldo. Así, los ingleses no estarían para nada conformes con la actualidad que vive el delantero, situación que beneficiaría a Boca que quiere retenerlo por un tiempo más y ayudarlo en la crisis.
Hace un par de semanas compartió una cena con amigos a los que les manifestó que quiere seguir en Boca por pedido de Carlos Tevez. “Carlitos me lo pidió, quiere jugar conmigo en Boca”, repite por estos días. En las últimas horas Daniel Angelici, presidente de Boca, se reunió con Tevez y podría haber acuerdo para volver al club xeneize.
Existen también otras dos razones para creer que el delantero insistirá con quedarse: Barón le habría exigido que para ver a su hijo debería quedarse en el país. Así, entre el bajó, los nuevos amores y la negativa inglesa, Osvaldo está casi decidido a comprarse un departamento en la zona de Puerto Madero.