Hace ya casi un cuarto de siglo Juan Abraham Kenan, un asesor del por entonces diputado peronista Julio Manuel Samid, saltó a la fama como el “diputrucho” al simular ser un legislador más para que se apruebe el marco regulatorio para la privatización del gas, que se debatía en aquél momento.
Poco más de veinticuatro años después se produce un caso similar, aunque esta vez el “simulador” no fue parte de una sesión sino que se hizo pasar por alguien que cumplía tareas en el Congreso.
Se trata de Carlos Buonomo, quien había tomado la identidad de Guillermo Pisani, un indigente que tomó conocimiento de la situación.
Carlos Buonomo había tomado la identidad de Guillermo Pisani.
Sin embargo, gracias a la colaboración del gremio del personal legislativo, cuyo titular, Norberto Di Próspero, aportó la información esencial para dar con el prófugo, el juzgado federal número 3 secretaría 6 logró su detención.
Norberto Di Próspero.
En definitiva, una trampa que no pasó a mayores gracias al rápido proceder del personal legislativo y la justicia.