Una vez más, las inundaciones vuelven a hacer estragos en una de las zonas agrícolas más importantes del país. El drama que hace menos de veinte días tenía como epicentro el norte de la provincia de Buenos Aires hoy se traslada al centro y sur de Santa Fe, donde hubo más de 300 evacuados y se cortaron rutas y caminos.
Esta vez, las inundaciones castigaron el sur y centro de la provincia de Santa Fe.
La peor parte se la llevaron las localidades de Arroyo Seco y Pueblo Esther, donde, según aseguró el secretario de Gobierno de la primera de ellas, Gabriel Olivé, se estimaba que el agua caída superaba los 300 milímetros.
Mientras tanto, en la zona céntrica de la capital provincial se acumularon 60 milímetros en apenas una hora, lo que afectó la Terminal de Ómnibus y numerosas viviendas.
Según informaron fuentes de Defensa Civil, en una amplia zona del sur y el centro santafesino, además de lluvias torrenciales, se registraron ráfagas de viento que superaron los 50 kilómetros, lo que generó numerosos cortes de electricidad y líneas telefónicas sin servicio.
Las lluvias generaron un nuevo desborde del arroyo Frías, entre General Lagos y Arroyo Seco, donde ya que se registraron unas 250 personas evacuadas.
El jefe de Bomberos de Arroyo Seco, Alexis Sciacca, detalló que “nunca pasó algo así, tenemos el cuartel inundado”.
Sciacca destacó que por la tarde había “250 evacuados y autoevacuados” y que “hay lugares que tienen un metro y medio de agua”.
El jefe de Bomberos de Arroyo Seco, Alexis Sciacca (izq), afirmó que "nunca pasó algo así".
Por su parte, el secretario de Protección Civil de Santa Fe, Marcos Escajadillo, precisó que en Pueblo Esther, a 12 kilómetros al sur de Rosario, había 80 familias evacuadas.
Mientras tanto, el subsecretario de Políticas Preventivas, Fernando Peverengo, confirmó que el mayor problema en cuanto a la inundación estaba en Arroyo Seco, aunque también se registraban inconvenientes en la ruta 94, en la zona de Villa Cañás.
Fernando Perevengo, subsecretario de Políticas Preventivas.
En tanto, se implementó un desvío sobre la ruta provincial 21 (ex nacional 9) entre General Lagos y Arroyo Seco, que produjo una gran congestión del tránsito sobre la autopista Rosario-Buenos Aires, donde hay reducción de calzada.