La Unión Tranviaria Automotor (UTA), gremio que representa a los choferes de colectivos de todo el país, volvió a amagar con un paro nacional si las cámaras empresariales no le dan lugar a los reclamos de recomposición salarial que tienen pendientes. Mientras tanto, cuando la Central General del Trabajo (CGT) invita a realizar medidas de fuerza, son el primer gremio -influenciado por la patronal de DOTA- en boicotear las acciones garantizando la circulación del transporte.
"La situación se está volviendo insostenible. Nos encontramos sin respuestas estatales, e incumplimientos de las obligaciones. No hay nadie que nos dé respuestas a los pedidos para sostener el sistema de transporte", denunciaron desde el sindicato tras la reunión que mantuvieron el lunes con las cámaras patronales nucleadas en AAETA, CEAP, CTPBA y CEUTUPBA.
"Desde el sector sindical no estamos en contra de un cambio en el sistema, como se ha dado en todo el resto del país. Si desde el Estado se pretende reducir los subsidios y compensaciones destinadas a los salarios lo comprendemos, pero necesariamente no se puede impedir la libertad de incrementar las tarifas, porque el dinero de nuestros salarios debe surgir de alguno de los recursos que abastecen el sistema", afirmaron desde la UTA tras asegurar que "al día de la fecha hay empresas que no han podido terminar de abonar los salarios".
Al mismo tiempo apuntaron contra el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) por cobrar el impuesto al gasoil y no destinarlo al sistema del transporte (Sistau), en carácter de compensación para evitar la suba en las tarifas. A la decisión la catalogaron como "una barbaridad" y sumaron que "ese dinero está destinado a compensar la suba de la tarifa".
"No podemos permitir que los sueldos de los trabajadores sean la variable para que el Estado sostenga tarifas irrisorias al 35% de lo que vale en el resto del país, aún cobrando el impuesto al gasoil", prometieron después, en un ataque directo contra la política de paritarias de Javier Milei, que busca que no se pasen del 1 por ciento mensual a partir de marzo.
En ese sentido es que desde la UTA mostraron los dientes y advirtieron haber tenido ya suficiente paciencia. "Los trabajadores deben percibir sus sueldos de manera completa. Nos encontramos sin presencia de autoridades del transporte, nadie se preocupa por la problemática", reclamaron.
Paradójicamente, la negativa de la UTA es uno de los principales factores que llevaron al triunvirato conductor de la CGT a arrepentirse de medidas nacionales. Es que, mientras que muchas veces había convencimiento parcial de ir a un paro, el sindicato de transporte fuertemente influenciado por la empresa DOTA, que maneja 68 líneas de colectivo sólo en el AMBA.