Una nueva medida de fuerza volvió a poner en jaque el servicio de subterráneos en la Ciudad de Buenos Aires. Este viernes, entre las 14 y las 15, ninguna de las líneas -ni siquiera el Premetro- circulará. El motivo, según la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), es claro: el ingreso de personal de seguridad privada contratado de forma "fraudulenta" para realizar tareas propias del convenio colectivo.
Roberto Pianelli, secretario general del gremio, no dudó en calificar la situación como un "fraude laboral". Según el dirigente, unos 150 trabajadores comenzaron a realizar tareas específicas del personal del subte -como los Auxiliares de Estaciones- sin estar encuadrados bajo el convenio vigente. Para AGTSyP, esto no es otra cosa que una tercerización encubierta, una maniobra que viene siendo denunciada desde hace tiempo ante la Secretaría de Trabajo porteña.
Emova, la empresa concesionaria, rechaza las acusaciones. Asegura que los nuevos trabajadores tienen una función "específica y temporal", enfocada en brindar apoyo en seguridad y sin interferir en el trabajo del personal de planta. Sin embargo, admite que no están bajo el convenio colectivo. Y ahí está el nudo del conflicto. Esta medida se suma a la paralización del jueves, producto del paro general de la CGT.
Son dos días consecutivos sin subte -aunque por causas distintas-, con cientos de pasajeros varados o apelando al ya colapsado sistema de colectivos en hora pico. Para los trabajadores que viven al día, los estudiantes que rinden exámenes, o los jubilados que recorren la ciudad por un turno médico, la defensa del "convenio colectivo" suena, muchas veces, como un lujo ajeno. "Le pedimos disculpas al público usuario por los inconvenientes que le pudiéramos causar y los invitamos a acompañar nuestro reclamo contra las contrataciones que violan las normativas vigentes", escribieron a través de un comunicado.
Los metrodelegados argumentan que no se trata de una lucha sectorial, sino de un reclamo contra la precarización laboral y la erosión sistemática de derechos conquistados. "Se debe a la presencia de personal contratado de forma fraudulenta, bajo la falsa forma de personal de seguridad, que en realidad cumple tareas equivalentes al puesto de Auxiliar de Estaciones y otros puestos de trabajo encuadrados en nuestro convenio colectivo", explicaron desde la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro, y agregaron: "No aceptaremos que se realicen contrataciones ilegales en el ámbito del subterráneo y el Premetro".
El antecedente inmediato no es menor. En 2024, el jefe de Gobierno Jorge Macri amagó con iniciar demandas penales contra los dirigentes sindicales por anteriores medidas de fuerza. El conflicto actual podría reactivar ese frente judicial, sobre todo si se multiplican las protestas en pleno año de ajuste y tensión social. El silencio del Gobierno de la Ciudad frente a este nuevo paro resulta, al menos, llamativo. Lo cierto es que frente a la protesta, la empresa concesionaria Emova emitió su propio comunicado donde repudió la medida de fuerza, al considerar que "perjudica a miles de usuarios de manera directa".
Además, aclaró que el personal de seguridad en cuestión tiene un rol específico y temporario, que no interfiere ni reemplaza al personal de planta de Emova, y que su función es únicamente "colaborar en el resguardo de quienes transitan y trabajan en el subte". "Nuevamente, repudiamos la actitud tomada por el gremio y lamentamos que esta medida injustificada perjudique a las personas que necesitan trasladarse en el Subte y el Premetro", sentenciaron desde la empresa.