El centro porteño se convirtió otra vez en un sitio indeseable: en el Obelisco, trabajadores de la línea 60 de colectivos realizan una marcha hacia el Ministerio de Trabajo en reclamo por los más de 50 despidos y las denuncias penales que realizaron, contra los choferes, los nuevos dueños de la empresa, por las medidas de fuerza que vienen manteniendo. Bajo tierra, el panorama también es caótico: desde las 8 y media de la mañana se encuentra interrumpido el servicio de la línea C de subtes por una protesta sorpresiva de los Metrodelegados.
También hubo caos en las filas de los colectivos que remplazan el recorrido de la línea C
Metrovías, la empresa concesionaria del servicio del subterráneo, denunció que la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP) “impiden la incorporación de un empleado de limpieza en el taller Constitución por no ser afín a su gremio”.
Por el paro, se registraron cientos de quejas y hasta hubo un pequeño incidente en una de las cabeceras de la línea que une Retiro y Constitución. En las redes sociales, cientos de pasajeros también se expresaron contra el paro.
Debido a la protesta de los trabajadores de la línea 60, que se movilizaron con colectivos, autos y a pie, también estuvo paralizado el Metrobús de la Avenida 9 de julio, lo que generó importantes demoras a la altura del Obelisco. En el caso de los automovilistas, las vías alternativas a la avenida 9 de julio también se encontraban colapsadas y se registraba más de una hora de demoras en el microcentro.