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Paso a paso, así fue el espionaje de Gendarmería a la familia de Santiago Maldonado

Las pruebas que involucran a la Gendarmería Nacional.

01 Agosto de 2018 10:17
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“Santiago, te quiero ver. Quiero a Santiago con vida”. Con esas palabras, Sergio Maldonado cerró el acto en Plaza de Mayo para exigir la aparición de su hermano el 11 de agosto de 2017. Santiago había sido visto por última vez once días antes, durante la protesta mapuche sobre la ruta 40 en la comunidad Pu Lof Cushamen que fue reprimida por la Gendarmería Nacional.

 

 

Luego, Sergio y su esposa, Andrea Antico, fueron a descansar a un hotel de la avenida Corrientes. Esa noche les costaba dormir y en plena madrugada escucharon una voz fuerte en la habitación de al lado que leía a los gritos el discurso que unas horas antes había leído Antico. “Empecé a escuchar, me quedé petrificado escuchando. Y después, un silencio”, relató meses atrás Sergio en un extenso reportaje con BigBang.

Sergio Maldonado: "El espionaje no era disimulado, me hacían notar el seguimiento"

Días antes, la familia Maldonado ya había notado episodios similares. “El espionaje no era disimulado”, graficó Sergio. En una causa que se desprendía del expediente central, la Justicia federal investigaba el espionaje del que fue víctima el entorno del joven tatuador, así como Julio Saquero y Mabel Sánchez, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) de Chubut. Saquero fue el primero en denunciar ante la Justicia la desaparición de Santiago.

Santiago Maldonado desapareció el 1° de agosto de 2017.Tras una serie de idas y vueltas por cuestiones de competencia, esa causa finalmente fue tramitada en los tribunales federales de Comodoro Py (el expediente 18637/2017, caratulado como “Cané Gonzalo s/averiguación de delito”) y quedó a cargo del juez Daniel Rafecas, quien pidió a su par Gustavo Lleral, que llevara el expediente central, que le enviara copias de todo el material extraído de computadoras, celulares y otros dispositivos móviles que pudieran ser útiles para esclarecer cómo fue el espionaje.

BigBang supo que Rafecas recibió parte de la causa en formato audiovisual, antes del inicio de la feria judicial. Se trataba de decenas de DVD's que contenían información audiovisual que luego fue pasada a papel para ser estudiada por el magistrado. La denuncia apuntaba puntualmente a Gonzalo Cané, un histórico operador de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Los informes de Gendarmería, previos y posteriores a la desaparición de MaldonadoLos informes de Gendarmería, previos y posteriores a la desaparición de Maldonado“Cané está mencionado en la causa porque tuvo un rol determinado que le asignó Bullrich para instalarse en Esquel a embarrar la causa judicial, presenciando declaraciones de los gendarmes. Solicitó que la pericia de los equipos que tenían los gendarmes se limite al día 1° de agosto”, explicó el abogado Matías Aufieri, uno de los denunciantes junto a la legisladora Myriam Bregman.

“La sospecha es que hubo tráfico de información, inteligencia a miembros de la comunidad mapuche, familiares y organismos de derechos humanos. Esto trascendía al juzgado de Esquel, fue un plan sistemático, el espionaje de Gendarmería se centralizó desde Buenos Aires”, agregó el abogado.

EL INICIO DEL ESPIONAJE

Parte del espionaje a la familia Maldonado fue ordenado por el juez federal de Esquel, Guido Otranto, el primero que tuvo en sus manos el expediente y luego fue recusado por adelantar opinión y desplazado por Lleral, que en mayo de 2018 ordenó destruir los registros y grabaciones que habían sido solicitadas. En concreto, el magistrado mandó a pinchar los teléfonos de Sergio Maldonado, de la dirigente mapuche Claudia Pilquiman, el amigo de Santiago, Ariel Garzi y Marcela Stocovaz. La orden surgió entre el 5 y el 22 de septiembre de 2017 y las comunicaciones fueron escuchadas hasta el 30 de ese mes.

En tanto, el seguimiento de la Gendarmería fue realizado de modo independiente, a espaldas de la Justicia. Ese espionaje se ve reflejado en mensajes de WhatsApp enviados por los gendarmes y que fueron hallados, entre otros, en el peritaje que realizó la Dirección General de Inteligencia Criminal de la Policía Federal al teléfono celular del jefe del Escuadrón 35 de Gendarmería en El Bolsón, Fabián Arturo Méndez, quien intercambiaba información con un contacto agendado bajo el nombre de “CRINEU”, que es el Centro de Reunión de Información Neuquén. "Otranto tuvo todo a la vista y no lo denunció", señaló Aufieri.

Otro de los archivos en PDF que CRINEU envió a Méndez por WhatsAppEn el dispositivo de Méndez se hallaron archivos en formados de Word y PDF que conformaban la “cronología” de los días previos y posteriores a la desaparición de Maldonado, que incluyeron protestas en distintas ciudades de la Patagonia, como Bariloche y El Bolsón. También mapa de la zona, bajo el título: “Antecedentes mapuches”. De hecho, uno de los mensajes intercambiados entre CRINEU y Méndez dice: “Andrea Antico y Sergio Maldonado ya están en centro cívico. Son matrimonio”.

Otro de los mensajes enviados por el gendarme. "Andrea Antico y Sergio Maldonado ya están en centro cívico".Dos semanas después de la desaparición de Santiago, y con la sospecha centrada sobre la Gendarmería, los uniformados continuaban intercambiando información del joven tatuador del que comenzaba a hablar todo el país. El 14 de agosto, enviaron un archivo con los datos migratorios. Días antes anticiparon allanamientos que realizaría la Policía Federal. El 6 de septiembre, Sergio Maldonado frenó en una estación de servicio en El Bolsón y vio que dos personas lo seguían. “Ponían a un hombre en los hoteles sentado en un sillón, tipo película. En un bar en Esquel nos sentamos en una mesa con todo el bar vacío y vino alguien justo detrás nuestro, que leía información de Hebe de Bonafini”, contó Sergio a BigBang.

Uno de los mapas enviados con fotografías por los gendarmes.Uno de los archivos enviados por gendarmes bajo el título "Antecedentes mapuches"Uno de los archivos enviados por gendarmes bajo el título "Antecedentes mapuches"Uno de los archivos enviados por gendarmes bajo el títuloLa denuncia apunta a la existencia de un plan sistemático de espionaje. La principal sospecha de Maldonado es que fue víctima de inteligencia ilegal sobre él y su familia. De hecho, la familia del joven hallado muerto el 17 de octubre de 2017 denunció penalmente al juez Otranto por mal desempeño en los deberes de funcionario público en el Consejo de la Magistratura. “Otranto me escuchó las conversaciones e hizo todo al revés de lo que debió haber hecho”, dijo Sergio.

LOS MENSAJES

El 5 de agosto, en el grupo de WhatsApp “Siempre Bajo la Manga! Az”, se envió el siguiente mensaje, según consta en la causa a la que accedió BigBang: “Tres personas de apariencia mapuche... dos mujeres y un masculino...lograron acceder al anillo de seguridad. En el evento central de la fiesta de la nieve y fueron retenidos... fueron recibidos y charlaron con el manager de Abel Pintos. Le entregaron una nota para ser leída x el cantante... la misma dice “Aparición con vida de Maldonado”... luego se retiraron”.

El mensaje en que el gendarme relata a sus superiores los movimientos de los mapuches.El 7 de agosto, durante una marcha en la ciudad de Bariloche, otro intercambio vía WhatsApp dice: “En Bariloche 150 de los cuales 30 son mapuches”.

Los gendarmes se adelantan información sobre allanamientos de otras fuerzas.El 11 de agosto, el intercambio de mensajes entre gendarmes decía: “Mañana 18 horas vecinos autoconvocados nos concentramos en la plaza pagano en apoyo a las instituciones y en defensa de nuestro pabellón que hoy quemaron los manifestantes de la causa Maldonado, todos con banderas de argentina. Por favor REENVIAR, por una vez tenemos que ponernos la camiseta de verdad”.

Otro archivo en PDF enviado por los gendarmes, con información migratoria de Maldonado, en plena búsqueda.

EL ENCUBRIMIENTO, FRENADO

Por un andarivel distinto a la causa central y a la denuncia por espionaje, en la Justicia federal también existía un expediente por el presunto encubrimiento de la investigación por la desaparición de Maldonado, que apuntaba a la responsabilidad del jefe de la Gendarmería, Gerardo Otero, al presidente Mauricio Macri, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, la ministra Bullrich, el ministro de Justicia, Germán Garavano, el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y el jefe de Gabinete de Bullrich, Pablo Noceti.

Patricia Bullrich fue denunciada por el encubrimiento del caso.La denuncia fue presentada por la Liga Argentina por los Derechos del hombre y el Instituto Arturo E. Sampay en agosto del año pasado. Primero fue impulsada por el fiscal federal Federico Delgado, aunque el juez Rodolfo Canicoba Corral se excusó y la envió al juzgado de Otranto

En esa denuncia se apuntaba a la existencia de contradicciones entre los gendarmes que participaron del operativo el 1° de agosto respecto al accionar, el rol y los lugares hasta los que llegaron durante el desalojo de la ruta 40.