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Patitas Glew, el grupo de amigas que rescató más de 200 perritos y expone el maltrato animal

La ONG que empezaron cinco amigas de Glew en 2016 ya lleva rescatados más de 200 animales.

14 Julio de 2019 16:03
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Cinco amigas, cansadas de los casos de maltrato de animales que veían a diario, decidieron crear en octubre de 2016 una ONG para rescatar mascotas en zona sur del conurbano (de donde son ellas) pero su objetivo no era solamente ayudarlos, sino además generar consciencia sobre el estado en el que eran abandonados. Comenzaron a compartir retratos en sus redes sociales de la crueldad a la que son sometidos algunos animales domésticos y el proceso que debían afrontar para recuperar su salud; así nació Patitas Glew.

Ciro, Goku, Ginebra, Igor, Toribio y Buda fueron algunos de los casos más extremos que les tocaron. Cada uno de ellos presentaba lesiones, infecciones y un cúmulo de cuestión que hacen larga su descripción; pero todo se puede resumir en una palabra: abandono.

Desde octubre de 2016 a la fecha de cinco pasaron a ser diez y de buscar conseguir dinero para comprar una bolsa de alimento de mascotas pasaron a rescatar a más de 200 animales con un dato no menor: ellos no son un refugio.

“Nosotras no tenemos un refugio nuestro, buscamos hogares de tránsito con todo lo que eso conlleva”, relata Sol, una de las voluntarias de Patitas. ¿Qué es un hogar de tránsito? Es una casa en donde una familia se tiene que encargar de darle alojamiento a la mascota ya que de todos los gastos (médicos, comida y demás) se hace cargo Patitas. “Esta semana, no sé bien por qué, tuvimos un montón de familias que decidieron dejar de darles tránsito. Y no te das una idea el nivel de estrés que eso conlleva para nosotras”, agregó Sol. Hoy en día tiene 60 mascotas a su cargo.

No tenemos un refugio nuestro, buscamos hogares de tránsito con todo lo que eso conlleva"

La historia detrás de Patitas

El disparador fue ver a la cantidad de perros que vivían en la estación Glew de tren Roca. El objetivo era poder darle una mejorar calidad de vida a esos animales, pero a medida de que se hicieron más conocidas fueron expandiendo su alcance.

Rápidamente comenzaron a generar revuelo en las redes sociales, principalmente en Instagram, ante la crudeza de los casos que mostraban. “Nosotras lo que hacemos es mostrar los casos tal cuales son, porque queremos que la gente tome conciencia del abandono y del maltrato a los que son sometidos algunos animales domésticos”, contó Sol.

Hocicos comidos por gusanos, cortes por collares de alambres, fracturas expuestas, tumores por todos lados; la lista de situaciones y patologías que padecieron varios de los animales rescatados se pueden apreciar tan solo con hacer un poco de scroll en la cuenta de Instagram. Esa cuenta se convirtió en una forma de conseguir donaciones para solventar los gastos en el veterinario.

Patitas Glew no cuenta con el apoyo de ningún organismo público y solventa los gastos de los tratamiento de las mascotas que rescata mediante las donaciones. Para eso utilizan su cuenta de Mercado Pago, en el que uno puede elegir incluso a qué animal rescatado puede donarle para solventar sus gastos, o mediante un CBU (2590084420097001030143)

También comenzaron a crear algunos productos (imanes, tazas, bufandas) que comercializan en algunos comercios y principalmente en los encuentros que organizan en espacios públicos para que los seguidores de sus redes puedan conocer a algunos de las mascotas rescatadas.

Pero ¿cuál es el objetivo final con el que sueñan las voluntarias de Patitas? Además de generar consciencia, su meta final es que el Estado tome la iniciativa de regular la adopción o compra (algo a lo que se oponen pero admiten que es un negocio que es difícil de parar) de mascotas.

“No puede ser que tengas un cachorro tres o cuatro meses y después lo abandones. No tenemos una educación con respecto a cuidar a los animales. Entonces lo que hacemos es mostrar esa realidad. Que ese animal que adoptaste cuando tu nene era chiquito para que juego; ahora cuando creció decís: 'Uh el nene no juega más, ahora qué hago, bueno lo tiro a la calle'”. Ese animal que vos tiraste a la calle porque no te hiciste cargo es el que después tiene toda la boca rota, es el que atropello un auto, que no paró a ver cómo esta, y que después tiene todas las vísceras salidas para afuera, y eso es tu responsabilidad”, afirman las voluntarias de Patitas.

No estás adoptando un peluche, estás adoptando una vida"

“No estás adoptando un peluche, estás adoptando una vida. Un animal que te necesita desde que nace, hasta que se muere. Porque el animal no puede buscar un trabajo y comprarse la comida, no puede pagarse una obra social para ir al médico. El animal depende si o si de la persona que toma la responsabilidad de adoptarlo”, agregaron.