Fractura de tabique, los ojos con derrames y el cuello inmovilizado. Sería una noche de diversión, pero terminó en la clínica y luego en la comisaría. Iván Gandolfi salió el viernes por la noche junto a su novia Rocío a un boliche de Mar del Plata. Cuatro patovicas lo golpearon y le desfiguraron el rostro. Luego, hubo un insólito pedido de disculpas: “Podés venir cuando quieras sin pagar nada”, le dijeron.
El joven de 18 años fue junto a su novia a bailar al popular boliche Sobremonte, ubicado en la avenida Constitución, en Mar del Plata. Llegó al boliche cerca de las 2 de la madrugada y dejaron los abrigos y las mochilas en el guardarropa. Como en el interior hacía calor, decidieron salir un momento al patio para tomar aire. Ese fue el inicio de otra noche, mucho más oscura.
El joven fue agredido cerca de las 3 de la mañana en el boliche Sobremonte.
En el patio había un grupo de jóvenes en plena discusión. Iván se quedó observando la situación y enseguida una patovica tomó del brazo a su novia, creyendo que era de ese grupo. Ni bien salió a defenderla, uno de los patovicas lo confundió y comenzó a golpearlo. “Primero fue uno, después otro. Le pegaron entre cuatro, mientras le pegaban lo iban sacando del boliche”, relató la madre, Graciela Rodríguez, a BigBang.
Fue todo en cuestión de segundos. Ni bien comenzaron los golpes, el joven alcanzó a decir “ey, pará, no hice nada”. Sin embargo, la paliza no demoró en llegar. Lo sacaron del boliche ensangrentado, sin zapatillas y sin devolverle sus pertenencias. “Cuando reclamó, se las llevaron, pero le dijeron que la plata no se la podían devolver”, comentó Rodríguez.
El episodio ocurrió este fin de semana. La familia ahora busca testigos para saber qué pasó.
Sin embargo, hubo una frase mucho más polémica. En medio del reclamo que el joven hacía a los patovicas del popular boliche marplatense, uno de ellos, de nombre Daniel, le respondió: “Te pido disculpas en nombre de mis compañeros. La plata no te la podemos devolver, pero podés venir cuando quieras sin pagar nada”.
En la familia, esa frase es una suerte de frutilla del postre. Para la madre, es una vergüenza el ofrecimiento, más aun teniendo en cuenta que en el estado en el que se encontraba cuando lo sacaron a las trompadas, no podría ir a otro lado que no sea una clínica. “Iván no entiende cómo se le ocurrió ofrecerle entradas gratis para el próximo sábado”, comentó la madre.
El chico terminó con el tabique fracturado y los ojos con derrames.
El joven se encuentra estable y no debió ser internado, aunque sí fue sometido a una seguidilla de estudios: Gandolfi finalizó la noche con fractura de tabique, golpes por todo el cuerpo y derrames en los ojos. Ahora, deberá someterse al menos a una cirugía en la nariz y visitar al oftalmólogo por los golpes recibidos. Al margen de la denuncia penal que se presentó esa misma madrugada, que pretende hallar a los responsables de la agresión.
De todos modos, la familia dice que en la comisaría no incluyeron todos los datos aportados por el joven en su declaración. Por eso, se presentarán hoy mismo a la fiscalía para ampliar los datos ya aportados y sumar información que pueda surgir de testigos presentes. Según la madre, no es la primera vez que ocurre. “Nos llamó gente que nos cuenta que un par de semanas atrás ya les pasó, o hace unos días vieron algo similar. Pasa todos los fines de semana esto”, cuestionó Rodríguez.