Todo comenzó a las ocho de la mañana, cuando un grupo de trabajadores que se encontraba dentro de la planta de Pepsico en Vicente López fue desalojado por efectivos de Gendarmería Nacional y la Policía Bonaerense con un saldo de tres trabajadores detenidos y 15 policías heridos, según el conteo del secretario de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
La justicia ordenó el desalojo
El desalojo comenzó cuando unos quinientos uniformados de la Policía Bonaerense y Gendarmería avanzaron con escudos, gases lacrimógenos y balas de goma sobre los manifestantes que rodeaban la puerta de la fábrica. Pepsico se encontraba tomada por los trabajadores desde el 26 de junio pasado, cuando la compañía anunció el despido de 600 personas.
Fueron despedidos 600 trabajadores de la planta ubicada en Vicente López.
Ante la toma, la empresa denunció penalmente a los ocupantes por "invasión a la propiedad privada", que desembocó en el desalojo pedido por el fiscal de Vicente López, Gastón Larramendi, y ordenado por la jueza de Garantías de San Isidro Andrea Rodríguez Mentasty.
Para Larramendi, estaban probados los delitos de usurpación, daños y amenazas a los empresarios, además de la existencia de un riesgo ambiental por la potencial de afectación del aire, el suelo y el agua, según detalló en entrevistas radiales y televisivas.
El avance de las fuerzas de seguridad produjo la reacción de los ocupantes que desde la azotea comenzaron a arrojar ladrillos y objetos contra los uniformados, mientras que en las inmediaciones se concentraban militantes sindicales y políticos.
Los trabajadores desalojados denunciaron la "represión" policial y que los detenidos son cinco y no tres como dijeron las fuentes policiales, además de mostrar una gran cantidad de cartuchos de posta de gomas y gases lacrimógenos que se usaron en el operativo.
La policía usó la fuerza desmedida para el desalojo.
Al mismo tiempo, los trabajadores señalaron que "Infantería entró rompiendo todo y amenazando. Unos compañeros en la desesperación fueron hacia otro techo que se podía caer y no les importó", y sostuvieron que "el caño de gas lo pisó la policía y empezó a salir gas".
La palabra de la empresa
PepsiCo, lamentó que se produjeran heridos durante el operativo de desalojo de su plata ubicada en Florida e insistió en que la toma fue realizada "ilegalmente" por un "pequeño grupo". “Lamentamos profundamente que algunas personas hayan resultado heridas. PepsiCo respeta la ley y las decisiones tomadas por el fiscal y la jueza”, detallaron.
Comunicado de PepsiCo.
A través de un comunicado oficial, PepsiCo expresó su “preocupación por los riesgos medioambientales y de seguridad que surgieron a raíz de esta toma ilegal, no solo para la comunidad y los vecinos sino también para las personas de la planta”.
Pepsico se encontraba tomada por los trabajadores desde el 26 de junio pasado.
Por otra parte, voceros de la firma, que se traslada a Mar del Plata, agregaron al comunicado un recordatorio de las posturas de la empresa en torno a esta decisión, que generó la pérdida del trabajo de unas 600 personas. "La compañía nunca ha considerado reabrir la operación en la planta de Florida dada su inviabilidad ya explicada", señalaron.
La CGT anunció una marcha
La Confederación General del Trabajo anunció que el 28 de julio se realizará un "plenario nacional" para presentar un documento con críticas al Gobierno y el 22 de agosto llevarán a cabo una "movilización de protesta". Así lo manifestaron los tres secretarios generales de la central sindical, Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.
Schmid adelantó el día de la protesta.
Al mismo tiempo, expresaron su "preocupación" por los despidos y las intervenciones de distintos gremios. De esta forma, la reacción de la central obrera frente a la situación comenzará a manifestarse a fin de mes, en el plenario nacional, pero se trasladará en las calles una vez que hayan concluido las PASO, convocadas para el 13 de agosto.
La CGT también rechazó el desalojo de esta mañana en la planta de PepsiCo, e informaron que le transmitieron "toda nuestra solidaridad a nuestros compañeros, que han sido reprimidos en este hecho". "Creemos que se podrían haber utilizado otros métodos para evitar esta imagen triste, lamentable, cercana a la tragedia, de Argentina", sostuvo Schmid.
Los trabajadores advirtieron desde la madrugada que el desalojo era inminente.
El dirigente triunviro advirtió que "si hay una escalada de esta naturaleza hacemos responsable al Ejecutivo de que suceda una tragedia en el país", al tiempo que puso su planteo "a consideración de todas las fuerzas que hoy están intentando ocupar cargos públicos (por las elecciones)".
El Gobierno aseguró que “está trabajando”
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.
La ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, señaló que "está trabajando el Estado para que esto salga de la mejor manera", en referencia al conflicto por el cierre y toma de la planta de Pepsico. “El ministro de Trabajo se está ocupando hace tiempo, está trabajando como en todos los casos cuando sucede esto, para que esto termine de la mejor manera", sostuvo.
Myriam Bregman vs Gabriela Cerruti
La precandidata Myriam Bregman, del Frente de Izquierda, fue una de las grandes protagonistas en las redes sociales. Primero se cruzó con el economista Martín Tetaz, pero a la dirigente del PTS no le bastó con eso y decidió también cruzar a la dirigente kirchnerista Gabriela Cerruti, quien también estará presente en las primarias.
La pelea 2.0 se originó cuando Cerruti publicó en su cuenta de Twitter una chicana: “Un policía le ordena a un diputado nacional 'no vengan acá a hacer populismo'. La próxima vez Del Caño pensá mejor antes de votar en blanco". Ante esto, Bregman le consultó si aquella reflexión la hacía “sentada en un sofá o acostada en su cama”.
El comentario de la dirigente “K” despertó una lluvia de críticas, hasta del propio Nicolás Del Caño decidió dedicarle un mensaje: "Genial lo tuyo. Un gran aporte a lucha de los trabajadores. Hoy no los ví, tampoco cuando tu gobierno cagaba a palos a los obreros de Lear”.
Ante la lluvia de críticas, Cerruti no tuvo otra que reconocer que no fue el momento oportuno para hacer semejante comentario y dio el tema por terminado. "Es cierto, no fue buen momento. La rapidez de Twitter a veces juega malas pasadas. Mirá mi TL antes y después y ahí está todo".